Imbatido esta temporada en el barro, el nieto de Raymond Poulidor dominó por completo la prueba, llegando a meta con 45 segundos de ventaja sobre su eterno rival y la otra estrella de la disciplina, Wout Van Aert, penalizado por una mala salida.
Completó el podio otro ciclista belga, Thibau Nys, que llegó a 1:06 del campeón.
"Es histórico, un récord marcado hace mucho tiempo, Nunca lo hubiera imaginado, es muy especial", comentó Van der Poel nada más cruzar la meta.
En un circuito invadido por decenas de miles de flamencos, cercana región belga donde el ciclocrós es una religión, Van der Poel dominó la prueba como lo ha hecho el resto de la temporada: en solitario y sin oposición.
Partido desde la primera línea, el neerlandés se escapó al inicio y prácticamente hizo toda la prueba solo en cabeza.
"Lo mejor era destacarse pronto, sobre todo en este circuito con tantas trampas. Hice una gran salida y eso me dio alas", declaró el ya campeón.
El esperado duelo con Wout van Aert no llegó a producirse nunca, ya que este último, que salía desde la cuarta línea, perdió mucho tiempo tratando de adelantar entre un denso tráfico de ciclistas.
Pese a alcanzar el grupo perseguidor, formado por cinco belgas y un neerlandés, Van Aert, con el pantalón roto tras sufrir una caída, se marchó en solitario a la caza de Van der Poel a partir del ecuador de la carrera, pero no pudo impedir el título de su gran rival.
Esta victoria confirma la supremacía de Mathieu en esta disciplina, tras haber ganado todos los títulos mundiales de 2019 a 2025, salvo en 2022, ganado por Pidcock en Estados Unidos, adonde el neerlandés no viajó por considerar demasiado lejos ese destino.
Van Aert, por su parte, logró su tercer título en 2018 y desde entonces se ha tenido que contentar con cuatro medallas de plata, incluida la de este domingo.