El pulso entre el capitán blaugrana y el club llega a una nueva dimensión. El pasado 24 de julio, el propio jugador informó públicamente de que estaría de baja "unos tres meses por precaución" debido a sus problemas en la espalda, tiempo insuficiente para que se pueda usar el 80% de su ficha de cara a hacer inscripciones -tiene que ser de más de cuatro-. La mención a los plazos no fue ni mucho menos baladí, pues resulta un dato esencial, determinante y ¿verídico?
En el club, sin embargo, están convencidos de que estará más tiempo en el dique seco, ya que son problemas reiterados en una zona tan delicada como la espalda y ha requerido intervención quirúrgica. Así pues, todo depende del análisis que hagan los galenos de LaLiga una vez tengan toda la información. ¿Cuál es el problema ahora? El alemán ha decidido no dar su consentimiento -está en su derecho a nivel legal- y esto genera un bloqueo total.
"La inscripción de Joan García no depende de la baja de Ter Stegen. Lo que pasa es que la vía de su baja, que como sabéis es una ausencia importante, es la más directa para hacer la inscripción", explicó recientemente Joan Laporta. Si finalmente se cae esta opción, la más sencilla, el mandatario catalán tendrá que volver a tirar de ingeniería financiera en lo que sin duda sería todo un reto a nivel económico. Otro más en su agitada legislatura.
Dura reacción del Barça
Cabe destacar que esta situación no es ni mucho menos nueva para el plantel culé: hace un año recurrió a la lesión de Andreas Christensen para habilitar la ficha de Dani Olmo. Lo que a priori era una desgracia, ya que se trataba de un contratiempo importante, finalmente abrió las puertas al internacional español. Eso sí, el atacante con pasado en el RB Leipzig no pudo debutar hasta el duelo ante el Rayo Vallecano, correspondiente a la tercera jornada.
El citado medio cuenta también que el Barça ha decidido abrir un expediente disciplinario inmediato al jugador, que incluso podría derivar en una sanción, porque considera que su actitud está causando un perjuicio tanto a la entidad como a sus compañeros. A falta de menos de dos semanas para el inicio del curso liguero, la escuadra azulgrana tiene que lidiar con un problema mayúsculo que no parece tener fácil solución y que se está enquistando cada vez más.