Jannik Sinner aún no ha ganado un título de Masters 1000 esta temporada. El Rolex Paris Masters era por tanto su última oportunidad, pero si quería llegar a semifinales, habría tenido que superar una dura prueba contra Ben Shelton, que parece haberse sacudido sus problemas en el hombro y ha vuelto a su mejor nivel.
Sin embargo, el italiano era el favorito en igualdad de condiciones y el estadounidense, consciente de ello, asumió riesgos que a punto estuvieron de salirle por la culata al salvar dos puntos de break en el tercer juego. El castigo llegó, como era de esperar, en su siguiente punto de ruptura, y dado lo imperioso que estaba Sinner con su saque, era difícil ver cómo se le escapaba el primer set.
La máquina de Sinner ha vuelto
Sencillamente, el número dos del mundo sólo perdió un punto al saque en todo el primer set. E incluso lo terminó con el saque de su rival, con Shelton ya sin saber qué hacer. Cuando el transalpino rompió en el cuarto juego, el partido estaba acabado. Pero ¡no! Ante el asombro de un público ya resignado, Shelton aprovechó un punto de ruptura inmediato y encarriló el partido.
Pero Sinner remontó y mantuvo la cabeza, presionando a su rival. Y la presión fue demasiada para Shelton, que concedió dos puntos de ruptura... y cometió doble falta en el segundo. Todo lo que Jannik Sinner tuvo que hacer fue ganar su primer juego, que fue un juego de niños para una victoria por 6-3, 6-3. El implacable italiano está de vuelta, y sea quien sea el rival en semifinales tendrá que tirar de galones, ya que el transalpino está a sólo dos victorias de recuperar el número uno del mundo.