Hay mucho de qué hablar en el inicio de la temporada tenística, pero al menos éste se produjo en la pista. Novak Djokovic y Nick Kyrgios formaron pareja por primera vez en dobles en el torneo de Brisbane. Frente a ellos estaban Alexander Erler y Andreas Mies, este último tras haber ganado dos veces el Abierto de Francia en dobles. Una oportunidad para poner a prueba el estado de forma de las dos estrellas, especialmente del australiano, ausente de las pistas desde hace tiempo.
Una pareja impresionante sobre el papel, se bastó para poner nervioso a su rival, que tuvo que salvar dos puntos de ruptura con su segundo servicio. Djokovic y Kyrgios no tuvieron problemas con sus saques, habiendo encontrado rápidamente su ritmo al saque, y esperaron pacientemente a que sus adversarios abrieran el juego. Sin olvidarse de dar espectáculo, como esperaba el público.
Y cuando la pareja austro-alemana sacaba para mantenerse en el set y parecía tener el control con una ventaja de 30-0, Djokovic pisó de repente el acelerador con un passing shot de revés deslizante, una devolución abrumadora y luego un lob delicioso para set point. A continuación, Kyrgios realizó un passing shot desde más allá de la tumba que mordió la línea, y el partido estaba en la bolsa.
El dúo de estrellas estaba ahora completamente desatado, calentando al público, y sus rivales estaban al borde del break, salvando puntos de ruptura en cada juego y bajo una presión constante en sus tiros. Pero Alexander Erler y Andreas Mies se mantuvieron firmes y animaron al público, aprovechando que el estadio estaba lleno, algo poco habitual en dobles. Excepto que Djokovic y Kyrgios fueron incapaces de crear ningún punto de ruptura a partir de las dejadas de sus oponentes. El espectáculo, por otro lado...
Pero esta vez, la pareja austro-alemana tuvo que servir para mantenerse en el partido. Pero lo hicieron sin dudarlo un instante, y empujaron a las dos estrellas hasta el eu decisivo. Aquí es donde el talento de los jugadores de dobles puros salió a relucir. Erler y Mies se mostraron de repente imparables en la volea, logrando el mini-break y llevando a sus rivales al super tiebreak, para deleite de los espectadores.
Pero el dúo estrella quería ganar, y Kyrgios tiró de garra para poner a los suyos por delante, un mini break arrebatado con una fantástica devolución, y que el serbio y el australiano iban a conservar hasta el final, antes de concluir con un ace. Novak Djokovic y Nick Kyrgios se impusieron por 6-4, 6-7(4) y 10-8, una victoria por primera vez que todo el mundo esperaba. No hay conclusiones reales que sacar, pero esto ya es un punto álgido de la temporada, y habrá que esperar a ver qué nos deparan estos dos jugadores en los individuales. Nos vemos mañana para descubrirlo.