El Girona, que buscaba su primera victoria de la temporada en LaLiga EA Sports, venció al Valencia en un encuentro correspondiente a la octava jornada y que sabe a gloria por la mala dinámica y el momento en el que llega.
Los dos entrenadores, Míchel Sánchez y Carlos Corberán, eran protagonistas en la previa: el primero, por su delicada situación en el banquillo de Montilivi y la posibilidad de ser destituido; el segundo, por estar en el foco tras señalar a cinco jugadores en la rueda de prensa posterior a la inesperada y dolorosa derrota frente al Real Oviedo (1-2). Y eso que el inicio de temporada no había sido del todo malo.
Pese a la grave crisis de los anfitriones, la realidad es que una victoria permitía abandonar el descenso -al menos de forma provisional-. Y no es consuelo que otros clubes estén mal también, pero el técnico madrileño ha hecho historia con la entidad del City Football Group y cualquier leve impulso debería de valer para conservar la confianza en él. El balance de los ches hasta este sábado, con ocho puntos de 21 posibles, era tan mediocre como suficiente.
Zapatazo glorioso de Vanat
Lo que mal empieza, mal acaba: lesión de Mouctar Diakhaby en una carrera con Cristian Portu y cambio forzado recién inauguruado el duelo. Como era de esperar, José Manuel Copete ocupó el puesto en el eje de la zaga, aunque no fue la única sustitución que se llevó a cabo durante el primer tiempo (Alejandro Francés, también con problemas físicos, dejó su lugar a Hugo Rincón). Este era el único aspecto en el que iban a estar igualados.
Antes de que el técnico local tuviera que mover el banquillo, Vladyslav Vanat firmó un espectacular golazo mediante un tiro que se coló en la escuadra de la portería defendida por Julen Agirrezabala. Nada ni nadie puede restar méritos al buen hacer del ucraniano, pero cierto es que tuvo ocasión de golpear gracias a una lamentable reacción de Thierry Correia, que se desentendió del balón y giró el tronco en lugar de despejar como un futbolista profesional.
Paulo Gazzaniga se ganó el sueldo en el único ataque de los visitantes: un tiro de Jesús Vázquez desde la frontal que frustró el argentino a ras de césped. Entretanto, César Tárrega empezó a competir con su compañero portugués por el honorable premio de ser el peor jugador del partido. Los errores infantiles de ambos, sin embargo, no eran un impedimento para que el cuadro con sede en Mestalla siguiera con opciones de sacar algo positivo.
Triunfo con valor doble
El francés Baptiste Santamaría abandonó el césped al descanso y Javi Guerra se incorporó con el objetivo de dar algo de criterio al juego. Diego López, que ya había avisado con un tiro al palo, igualó a pase de un Arnaut Danjuma que aplicó la ley del ex de forma parcial (57'). Ya se habían ido animando los visitantes progresivamente y el ansiado premio apareció en un chispazo que silenció Montilivi por momentos.
En apenas 90 segundos, los hombres de Corberán ejecutaron hasta cuatro tiros. Era un auténtico huracán el Valencia, lo que llevó a Míchel a realizar una triple modificación que él mismo frenó tras el 2-1. El estado de somnolencia duró menos de lo deseado en los anfitriones por el tanto de Arnau, que aprovechó la pasividad de Correia y un rechace en una falta lateral botada por Aprilla para adelantar otra vez a los suyos. La larga revisión del VAR no evitó que el gol subiera al marcador.
Largie Ramazani, uno de los revulsivos, probó fortuna a la media vuelta y se acabó encontrando con los guantes del arquero local. Justo después, Iván Martín vio la segunda tarjeta amarilla (80') y dejó en inferioridad numérica al equipo catalán. El monopolio fue tan predecible como absoluto, aunque los gerundenses resistieron en campo propio y acabaron celebrando el primer triunfo del curso, que llegó después de un larguísimo descuento (11') y justo antes del parón.
Jugador Flashcore del partido: Arnau Martínez.