El colombiano, que llegó desde Atlético Nacional a comienzos de año por 1,27 millones de euros, logró destacarse rápidamente en el equipo. Su potencia ofensiva desde el lateral zurdo, combinada con su capacidad de pisar el área rival, lo convirtieron en una de las grandes figuras del primer semestre. En apenas 24 partidos convirtió cinco goles, con actuaciones destacadas frente a Racing (gol clave en el clásico) y Boca, a quien eliminó del Apertura con un zurdazo inolvidable en La Bombonera.
Sin embargo, la ruptura con el club fue irreversible. Las fuertes críticas públicas de Angulo hacia los dirigentes terminaron de sellar su destino. Pumas se lo lleva con una cifra similar a la que pagó el Rojo hace seis meses y le ofrece un contrato millonario. A cambio, Independiente incorporará a Pussetto, una de las prioridades del cuerpo técnico, con vínculo por tres temporadas y media.

Pero mientras la ofensiva se potencia, la defensa queda expuesta. Con la salida de Angulo y la reciente rescisión de Adrián Spörle (quien emigró a Belgrano en busca de minutos), el único lateral izquierdo natural que queda en el plantel es Jonathan De Irastorza. El juvenil de 19 años apenas suma un encuentro en Primera, aunque en ese debut dejó buenas sensaciones al dar dos asistencias en la Sudamericana frente a Nacional Potosí.
La intención de reforzar el puesto era clara. Uno de los apuntados era Jonathan Silva, sin club tras su paso por el fútbol chipriota, pero el ex de Estudiantes ya fue presentado oficialmente en el Johor FC.. de Malasia. Esto obliga al entrenador a mirar otras opciones en el mercado para cubrir un puesto que, por despliegue y aporte ofensivo, resulta difícil de reemplazar.
La banda izquierda fue uno de los sectores más peligrosos del equipo durante los últimos meses. Sin Angulo, Independiente pierde mucho más que un defensor: se va un arma ofensiva, un jugador con gol, carácter y desequilibrio. Ahora, todo queda en manos de Vaccari y la secretaría técnica para encontrarle un reemplazo a la altura.