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Flashback: Udinese-Nápoles, Maradona contra Zico y la primera Mano de Dios

Maradona contra Zico muchos años después
Maradona contra Zico muchos años despuésTIZIANA FABI / AFP
Decir Údine, Estadio Friuli, Udinese-Nápoles fue sinónimo de los duelos de Zico contra Maradona. Era 1985, pero los recuerdos siguen vivos después de cuarenta años. El público friulano, frustrado por el empate conseguido por los campanos en los minutos finales, tuvo el placer de ver el primer gol con la mano del argentino, seguramente el menos famoso.

Cuatro goles, cuatro postes y muchos recuerdos: quién sabe si los hinchas del Udinese y del Nápoles, rivales el sábado en uno de los principales partidos de la 16ª jornada en la Serie A, recordarán el partido de 1985, un 2-2 en el que Zico y Diego Armando Maradona fueron protagonistas indiscutibles.

El Nápoles acaba de ganar un Scudetto en Udine y juega allí con regularidad desde hace más de treinta años, la rivalidad entre brasileños (Brenner y Neres) y argentinos (Giannetti, Payero y Simeone) en los dos clubes no existe, pero aquel empate es difícil de olvidar no sólo para los nostálgicos de la Serie A de los años ochenta.

A Diego "le costaba mantenerse en pie"

Entre otras cosas, se debió al estado físico del Pibe de Oro, que llegó a Italia tras un viaje intercontinental y desde luego no estaba en plena forma para un partido de la Serie A, precisamente el penúltimo del campeonato que acabo ganando el Hellas  Verona y que los dos equipos afrontaron con cierta ligereza dado que para entonces todas sus aspiraciones se habían desvanecido.

Según relata La Gazzetta dello Sport, "Diego se presenta en la sala del desayuno y todo el equipo está ya sentado en la mesa. Se tambalea, le cuesta mucho levantarse porque aún no se ha recuperado de la diferencia horaria", y luego incluso se echa una siesta para recuperar todas las fuerzas posibles de cara al duelo con el brasileño.

El desarrollo del partido

Apenas un breve calentamiento, y a los cuatro minutos de juego, el argentino marcó el 0-1 en un lanzamiento de falta, colocando el balón en la escuadra, donde Brini no podía llegar, con un zurdazo magistral.

Fue Zico quien se echó el equipo a la espalda para lograr el empate, y lo consiguió asistiendo a Galparoli en el 1-1. El Nápoles dio la sensación que había desaparecido del campo al comienzo de la segunda parte, al conceder el 2-1 a los friulanos, anotado por De Agostini.

Pero la alegría de los anfitriones, que al final se toparon cuatro veces con la madera, se rompió antes del pitido final cuando, de nuevo D10S, logró sellar el ansiado 2-2, con la mano, tras aprovechar el rechace de un disparo de Bertoni al larguero. El movimiento fue demasiado rápido para ser considerado una infracción en un momento en el que, obviamente, no había VAR.

Fue un anticipo de lo que Diego lograría hacer poco más de un año después en el Mundial de 1986, el 22 de junio en cuartos de final contra Inglaterra, ante los ojos del mundo entero.

Zico se enfada

Al final del partido, el último de su carrera en Italia (acabó con 30 goles en 53 partidos), Zico no se lo tomó muy bien y encontró en el árbitro el blanco de sus exabruptos por los tres puntos perdidos, y sobre todo por haber perdido el duelo con la otra estrella sudamericana.

Las acusaciones contra el árbitro Pirandola ("imposible sudar toda la semana, trabajar duro para que el domingo, llegue un incompetente y te robe dos puntos, es una cosa terrible") le costaron al brasileño cinco jornadas de descalificación y por tanto la imposibilidad de volver a jugar con la camiseta del Udinese.