Tras la derrota en Roma, el Como se quedó a las puertas del éxito, burlado al final por el Venezia, y se mantiene con siete puntos de ventaja sobre la zona caliente. El cuadro visitante sigue penúltimo con 19 unidades.
El partido entre larianos y laguneros comenzó con ritmo muy bajo: ninguno de los dos parecía querer el gol.
Hubo que esperar 20 minutos para ver la primera ocasión del partido, cuando Ivan Smolcic remató de cabeza al palo tras un saque de esquina, también gracias al envío de Ionut Radu.
La réplica llegó poco después por mediación de Alessio Zerbin, quien, desde una posición desguarnecida, descargó un buen disparo en diagonal que obligó a Jean Butez a atajar con el pie.
Los locales amenazaron un par de veces más a través de Lucas Da Cunha y Nico Paz, pero ambas fueron inofensivas. Más peligroso fue Alfred Duncan con un buen zurdazo desde fuera del área que se desvió a córner. En esa acción posterior, el guardameta estuvo monumental en el remate a bocajarro del citado Duncan.
La parte final fue más animada, con idas y venidas de un lado a otro, pero el marcador se mantuvo igual hasta el descanso.
Ikone entra en juego y marca
Cesc Fábregas dio entrada de inmediato a Alberto Dossena y Jonathan Ikoné, y el ex de la Fiorentina dejó su impronta a los cuatro minutos: gracias a un robo de balón y con un poco de suerte por un rebote a su favor, el francés se encontró en el área y perforó la portería de Ionut Radu para marcar su primer gol con la camiseta del Como.
Tras la ventaja para los lombardos volvieron los ritmos bajos y las fases anodinas del juego, en las que el penúltimo clasificado no lograba inquietar a la zaga local.
De hecho, en el 73' fueron los anfitriones quienes estuvieron a punto de marcar el 2-0, pero el guardameta estuvo providencial, respondiendo a Ikone y Goldaniga en el espacio de pocos segundos.
Eusebio Di Francesco intentó agitar a su equipo con sustituciones (Issa Doumbia, Bjarki Bjarkason, John Yeboah, Christian Gytkjaer y Franco Carboni), pero los naranja y verde ya no fueron capaces de inquietar a la defensa de los larianos, que administraron la ventaja hasta el 94'.
Una falta ingenua de Smolcic sobre Carboni fue castigada con penalti, marcado en las postrimetrías del duelo por Gytkjaer, que encontró así un empate inesperado.