Todo comenzó cuando el medio Globo Esporte divulgó declaraciones de José Luiz Runco, jefe del área médica del “Mengao”, quien calificó la lesión del uruguayo como “crónica e irreparable”. La afirmación encendió las alarmas: no sólo por la gravedad del diagnóstico, sino por la forma en la que se conoció.
Runco incluso deslizó que el mediocampista “no está en condiciones de competir a nivel profesional”, e insinuó que, si se lo transfiriera, sería “por un motivo distinto al fútbol”.
Lejos de quedarse en silencio, De la Cruz (28) respondió con una historia en su Instagram en blanco y negro, con un mensaje que habla de resiliencia: “Nunca dejes que nadie te diga que no puedes hacer algo”. Pero la verdadera respuesta llegó desde su agencia de representación, liderada por Paco Casal, que no dudó en calificar las palabras del médico como “injustificadas, no éticas y pasibles de acciones legales”.
Un conflicto que podría escalar
Según el comunicado de su entorno, aún no está claro si la opinión de Runco representa una posición institucional del club o si fue una declaración a título personal. En cualquier caso, los representantes del ex River ya anticiparon que evaluarán los pasos a seguir y no descartan avanzar judicialmente.
Además, defendieron el rendimiento del jugador con cifras: durante la temporada 2024, De la Cruz disputó 49 partidos oficiales entre Flamengo y la selección uruguaya, incluyendo la Copa América, donde fue titular. Apenas se perdió un encuentro por suspensión. “Si vamos a hablar de capacidad competitiva, pongamos todos los datos sobre la mesa”, remarcaron en el escrito.
Apoyo familiar y exposición innecesaria
Vanesa Britos, esposa del futbolista, también se sumó al repudio. Desde su cuenta de Instagram, primero compartió una foto familiar con la leyenda “Siempre del lado correcto. Siempre juntos” y luego publicó un mensaje con tono espiritual: “La justicia divina es algo de lo que nadie puede escapar”.
Más allá del ruido mediático, el centro de la polémica está en la filtración de información médica confidencial, algo que puede tener consecuencias legales y deportivas. Runco, que anteriormente formó parte del cuerpo médico de la selección brasileña, aseguró que el volante deberá “convivir con el dolor y administrar su carrera” a raíz de la dolencia en una de sus rodillas.

Una inversión que preocupa
Flamengo pagó 16 millones de dólares por De la Cruz en 2024. Desde entonces, el uruguayo jugó 61 partidos, convirtió tres goles y repartió seis asistencias. Sin embargo, las lesiones lo marginaron de 25 encuentros y lo dejaron fuera de competencia durante 106 días. Hoy, el club no sólo enfrenta una posible pérdida deportiva, sino también una crisis institucional por cómo se gestionó la comunicación de su estado de salud.
El caso está lejos de cerrarse
Mientras De la Cruz se enfoca en recuperarse y mantener viva su carrera, sus representantes prometen ir hasta las últimas consecuencias. La pregunta ahora es si el club respaldará a su jugador o a su jefe médico. Lo que sí parece claro es que, dentro del Mengao, hay una herida abierta que no cicatriza.