San Siro vivió una noche de grandes emociones: el regreso de Massimiliano Allegri al banquillo milanista atrajo al público de las grandes ocasiones.
Sin embargo, el debut no trajo sonrisas al Diavolo: el Cremonese sorprendió y se trajo a casa tres valiosos puntos gracias a una victoria por 1-2, firmada por los goles de Baschirotto y Bonazzoli, aguando la fiesta milanista.
Baschirotto congela San Siro y Pavlović vuelve a encarrilar al Diavolo
En los primeros minutos, el Diavolo parecía vivo e incisivo: Giménez chutó potente, Baschirotto desvió y el balón rozó el poste. Era sólo el aperitivo de lo que estaba por llegar.
En el minuto 28 llegó el golpe de efecto: en la elaboración de un centro desde la línea de tres cuartos de Zerbin, Baschirotto se anticipó a Pavlović y con un cabezazo quirúrgico sorprendió a Maignan. El Cremonese se adelantó en el marcador, confirmando un dato curioso: el Milan había encajado goles en siete de sus últimos ocho partidos en casa contra equipos recién ascendidos a la Serie A, después de haber recibido sólo uno en los ocho anteriores. El Diavolo se vio así por detrás en el marcador, ante el asombro y los murmullos de los aficionados.
La reacción rossonera fue más nerviosa que brillante. Modrić intentó dictar el tempo, Saelemaekers corrió en tres cuartos de campo, pero su maniobra siguió siendo confusa. San Siro contuvo la respiración con cada movimiento del reloj, mientras los cremonenses se defiendían con coraje y orden.
En el minuto 46, Saelemaekers esprintó por la izquierda, centró para Estupiñán, que llegó a línea de fondo y acarició un centro perfecto para Pavlović. Al defensa no le tembló el pulso, remató de cabeza y firmó el gol del empate, el primero de su carrera en San Siro. El estadio estalló, el Diavolo recuperó el equilibrio y la confianza en los primeros 45 minutos.
¿El gol del año en la primera jornada?
La confianza acumulada explotó en la segunda parte: el Milan subió el ritmo, dominó la mitad de campo de Nicola y acorraló a Audero con tres ocasiones a bocajarro. Primero fue Modrić quien brilló, recuperando el balón a la contra, liderando la transición y encontrando un disparo por debajo del travesaño que obligó a Audero a desviar a córner.
San Siro estalló con el croata mientras los rossoneri insistían: Audero se convirtió en protagonista absoluto, salvando en orden a Modrić, Pulisic y Fofana con intervenciones prodigiosas.
Y cuando todo parecía controlado para el Milan, llegó la otra sorpresa: Bonazzoli marcó un golazo de media volea, adelantando a los cremonenses en San Siro.
El gol desestabilizó a los rossoneri, que intentaron reaccionar pero fueron incapaces de perforar la defensa grigiorossa, atenta y ordenada en cada intento.
El regreso de Allegri al banquillo milanista se saldó así con una amarga derrota: un equipo recién ascendido escapó de Milán con tres valiosos puntos, ganando confianza, moral y una victoria de enorme peso.

Jugador Flashscore del partido: Baschirotto (Cremonese).