En el minuto 82 de la penúltima jornada de la Premier, con un 2-0 a favor de los Cityzens contra los Cherries, jugándose una victoria fundamental para seguir dependiendo de sí mismo para ganarse el billete para la próxima Champions, Pep Guardiola llamó a filas a su talismán. Y allá que el campeón de Europa español se puso la camiseta con el dorsal 16 para volver a sentirse futbolista.
Porque los entrenamientos, que ya llevaba alguna semana que otra en el grupo, están muy bien. Pero hasta que no juegas otra vez delante del público, con rivales que no son tus compañeros, no es lo mismo. Pero ahora sí que ya puede decir Rodri que está de regreso para beneficio del Manchester City y también de la selección española, ya sea para la próxima convocatoria de cara a la Nations League -lo que parece precipitado-, ya sea para el curso siguiente.
Rodri, que ya había recibido el cariño de la afición del Ettihad Stadium cuando saló a calentar unos minutos antes, también sintió más aún otra ovación de gala al pisar el césped tras ocho meses de una ausencia que se ha hecho notar a lo largo de la temporada.
El partido, por cierto, acabó con 3-1, con un gol del local Nico González, quien se incorporó en enero procedente del Oporto precisamente como sustituto del propio Rodrigo Hernández.