Mientras viajaba del Reino Unido a Las Vegas, Pearce experimentó dolores agudos en el pecho, lo que provocó que el avión fuera desviado a Canadá para que Pearce recibiera tratamiento hospitalario. El jugador pasó cinco días en el hospital St John's de Terranova antes de recibir el alta el domingo, en una experiencia aterradora.
En declaraciones a talkSPORT, Pearce explicó lo sucedido y cómo se ha recuperado desde entonces.
"Mi ritmo cardíaco se aceleró, mi ritmo cardíaco en reposo desde que me monitorizaron en el avión fue de unas 155 pulsaciones por minuto. Fue realmente ridículo. Además, mi corazón no bombeaba suficiente sangre al sistema y había cierta hinchazón. Al final de la semana, me dijeron que me iban a meter un tubo por la garganta y que, si no había hinchazón, pararíamos el corazón y reiniciaríamos la operación. Eso es exactamente lo que hicieron el viernes, mi corazón volvió al ritmo normal y me dieron el alta al día siguiente".
El exjugador, de 62 años, insistió en que se encuentra bien tras recibir el alta hospitalaria y dio las gracias al personal a bordo de su vuelo y del hospital donde pasó la noche.
"Estoy absolutamente genial. Fui a mi médico la semana pasada y no era Dios, en realidad era el señor Jordan sentado en su asiento. Pero me dijo que no era el momento, amigo, y me mandó de vuelta. En serio, estoy en buena forma. Durante el vuelo tuve dolores en el pecho y cosas así. La tripulación de Virgin se portó de maravilla y me cuidaron de maravilla. Me dijeron: 'Mira, no vamos a arriesgarnos a cruzar el Atlántico, vamos a dejarte aquí'. Acabamos en St John's, Terranova. Creo que llevamos aquí 10 días, cinco en el hospital", concluyó.