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¿Sin caos? ¿Ninguna locura? ¡¿Qué le ha pasado a Chelsea este mercado?

¿Sin caos? ¿Sin locuras? ¿Qué le ha pasado al Chelsea este mes de enero?
¿Sin caos? ¿Sin locuras? ¿Qué le ha pasado al Chelsea este mes de enero? Action Plus
Esperen. Esperad. Esto no se supone que pase. ¿Dónde está el caos? ¿Dónde está la polémica? ¿Dónde ha estado el Chelsea en enero?

Sin grandes ofertas. No hay tratos locos. Ni siquiera una venta lamentable. La única operación que ha realizado el Chelsea este mes ha sido la decisión muy meditada de enviar a Renato Veiga cedido a la Juventus. Y decimos "meditada", porque nadie dentro del club se puso nervioso. Nadie se puso nervioso. ¿El chico quiere jugar? Pues que se vaya. Pero no habrá cláusula de compra para que la Juve se aproveche. La directiva azulgrana ha dejado claro a Veiga y a su equipo que el joven defensa será un jugador necesario este verano para el Mundial de Clubes, y posiblemente más allá.

¿Qué estamos viendo? ¿El resultado de las normas de beneficios y sostenibilidad de la Premier League? ¿Presión de la FIFA y del Fair Play Financiero? ¿Quizá incluso Todd Boehly y Behdad Eghbali se han cansado de su nuevo y brillante juguete?

¿O se trata simplemente de un consejo de administración y un equipo directivo que, tras más de tres años en este proyecto, es más viejo y más sabio? En esta columna, a pesar de lo cínicos que hemos sido con respecto a la propiedad de Boehly/Clearlake, apoyaremos gustosamente la segunda opción. La desordenada política de fichajes. El vestuario abarrotado. El vaciado de la cantera y del cuerpo técnico. Parece que la dispersión de esta era del Chelsea ha llegado a su fin.

Como decimos, no ha habido nuevas incorporaciones este mes. Ni siquiera una propuesta seria para una posible llegada de un gran nombre. De hecho, hace seis meses, si Jhon Duran estaba en Londres -como el viernes- para pasar reconocimiento médico con el Al-Nassr, uno se imaginaba a los representantes del Chelsea entrando a codazos en la sala de negociaciones con una oferta al Villa para superar la oferta de los saudíes.

Pero hoy no ha sido así. En su lugar, Enzo Maresca, el entrenador de los Blues, ha fichado, con el apoyo de sus superiores, a los canteranos Josh Acheampong y Tyrique George. Además, con problemas de forma en la retaguardia, en lugar de acudir al mercado, Maresca se ha comido un poco de tarta de la humildad y ha recuperado a Trevoh Chalobah de su cesión al Crystal Palace. El central ha pasado de ser miembro del "Escuadrón Bomba" en agosto a titular en el Chelsea esta semana.

"La razón por la que se marchó a principios de temporada", declaró Maresca al regreso de Chalobah, "tuvo más que ver con este tipo de problemas, financieros, este tipo de cosas".

"No fue sólo una decisión técnica. Estamos seguros de que ahora puede ayudarnos".

Y yendo con lo que sabe que ha sido recompensado, Chalobah destacó en la victoria contra los Wolves la semana pasada.

"Absolutamente (es bueno tenerle de vuelta)", declararía Maresca después. "Estuvo muy bien y ya he dicho que la razón por la que ha vuelto es porque estamos seguros de que nos va a ayudar y esta noche ha demostrado exactamente lo que es capaz de hacer".

Y continuó: "En primer lugar, es un defensa fuerte. Es rápido, puede defender atrás, puede defender adelante, es agresivo, pero eso ya lo sabíamos, por eso le hemos llamado".

Se les ha permitido recuperar el aliento. Los jugadores. El entrenador. Su plantilla. Por primera vez desde el traspaso de Boehly/Clearlake, el vestuario del Chelsea ha disfrutado de cierta seguridad. Algo de estabilidad. Incluso con la suspensión por dopaje de Mykhailo Mudryk, no ha habido prisa por encontrar a su sustituto. Ha habido especulaciones, claro, pero poco más.

¿Y por qué habría de haberla? Pedro Neto y Jadon Sancho están a disposición del Maresca. El mencionado George puede intervenir cuando sea necesario. La idea de comprar porque sí parece haber terminado. El caos y el pánico parecen pertenecer al pasado.

El mérito es de Boehly y Beghali. Lo mismo cabe decir de sus directores deportivos, Paul Winstanley y Laurence Stewart. Retirarse. Dejar respirar a sus jugadores. Dar al entrenador la oportunidad de trabajar con lo que tiene. Esto beneficia al equipo y al club. Como declaró Maresca esta misma semana, la última versión de este "proyecto" va por delante de lo previsto.

"El plan para el club", declaró el italiano, "era que cuando me hiciera cargo estuviéramos entre los cuatro primeros en mi segunda temporada, y que en la tercera jugáramos en torno al campeonato".

También por eso he dicho en repetidas ocasiones que estamos por delante de mis expectativas, porque hemos pasado la mayor parte de mi primera temporada entre los cuatro primeros".

"Eso demuestra que estamos por delante de lo previsto, así que hay que ver en qué puede convertirse en las próximas temporadas. Yo sólo intento centrarme en esta temporada".

Como ya hemos dicho en columnas anteriores, estos jugadores del Chelsea no son cracks mundiales, al menos de momento. Pero podrían serlo. Aunque sólo lo sabremos si ellos y su entrenador tienen la oportunidad de trabajar juntos a largo plazo.

Y por fin, tal vez, los líos Boehly y Eghbali se hayan dado cuenta de que ése es el mejor camino a seguir.