"Obviamente, cuando empecé la temporada, sabía que habría conversaciones, pero luego tuve esa cosa (lesión en el muslo) contra el Brentford y lo dejé a un lado. Esperaba estar fuera unos días, pero acabé estando fuera ocho o nueve semanas, y prefiero volver primero y el resto ya vendrá."
"Las conversaciones llegarán, si no las hay, será mi último año. Sólo quiero jugar bien al fútbol. No me obsesiono demasiado con las cosas, pero no hay mucho que pueda decir. Estoy bien, soy feliz, sólo quiero volver a jugar al fútbol y ya veremos", declaró De Bruyne en la rueda de prensa previa al choque de Liga de Campeones contra el Feyenoord del martes (26 de noviembre).
El contrato del belga expira a final de temporada y aún no se ha acordado un nuevo acuerdo debido a la lesión que sufrió en septiembre, que, según el entrenador Pep Guardiola, le cambió el estado de ánimo a uno equivocado.
Guardiola admitió que el veterano tiene dudas sobre su propia capacidad y no tiene la confianza que tenía antes.
"Quiere acabar aquí en plena forma. No creo que se quede aquí cuando crea que no puede ser el Kevin que puede producir y ayudar al equipo como lo hizo en la última década", dijo Guardiola.
A De Bruyne se le ha relacionado con el fútbol saudí en los últimos meses, ya que varios clubes intentan conseguir su traspaso libre al final de la temporada. Será interesante ver qué ocurre en la ventana de traspasos de enero, cuando los clubes puedan abrir negociaciones con la estrella del City, que ha sido un miembro crucial del periodo más exitoso de la historia del club.