Contra todo pronóstico, ha sido una pieza clave en el inicio de la temporada, después de un mercado de fichajes veraniego en el que muchos daban por hecho su salida.
La falta de un interés real por su fichaje ha provocado que el brasileño de 33 años siga en el club, y Ruben Amorim ha sabido aprovechar su experiencia y presencia en el vestuario.
Casemiro ha sido titular en cinco partidos de liga hasta ahora y sigue desempeñando un papel fundamental en el centro del campo. Amorim parece no confiar en otros jugadores para ese puesto más retrasado, pero cada vez hay más sensación dentro del club de que el United debe empezar a mirar más allá de él.
La directiva ya está planificando la plantilla del futuro y la continuidad a largo plazo del brasileño no está asegurada.
Tiene contrato hasta 2026, con opción del club para un año más, pero su salario sigue siendo de los más altos de Old Trafford.
Desde dentro del club reconocen que solo tendría sentido mantenerle más allá de esta temporada si acepta una rebaja salarial importante.
El United tiene planes ambiciosos para las dos próximas ventanas de fichajes, con la intención de reforzar el centro del campo tanto en enero como en verano.
El objetivo es modernizar el eje del equipo, incorporando jugadores más jóvenes y con mayor movilidad.
Ahora, para Casemiro, los próximos meses pueden ser decisivos para definir cómo se recordará su paso por Inglaterra.
