Varias de las estrellas del Arsenal se vieron afectadas por la enfermedad en vísperas del crucial choque del miércoles en la Premier League.
El delantero alemán Kai Havertz fue enviado a casa con el virus, mientras que el centrocampista inglés Declan Rice sólo pudo salir desde el banquillo en la segunda parte.
Al parecer, Martin Odegaard tuvo problemas con el virus antes del saque inicial y, aunque pudo ser titular, el capitán del Arsenal cometió un error que propició el primer gol de Bryan Mbeumo y fue sustituido en la segunda parte.
Pero los Gunners se recuperaron de forma impresionante en el Gtech Community Stadium, ignorando el brote de la enfermedad para volver a meterse en la lucha por el título.
Los goles de Gabriel Jesús, Mikel Merino y Gabriel Martinelli aseguraron que el Arsenal no descarrilara.
"La enfermedad afectó a los jugadores dentro y fuera del terreno de juego", desveló Arteta después de que el Arsenal, segundo clasificado, se situara a seis puntos del líder, el Liverpool, que tiene un partido menos.
"No es nada grave. Pero no era la situación ideal. En cuanto a los síntomas, con Kai era obvio. No se encontraba nada bien. Tenía síntomas muy claros, así que se alejó del grupo, se metió en un coche y regresó a Londres. Estas cosas pasan. En esta época siempre te tiran cosas encima infecciones, virus, así que intento retrasar la alineación lo máximo posible porque te puedes levantar por la mañana y desgraciadamente tener una sorpresa como ésta".
Arteta confía en que el virus haya remitido para el desplazamiento de su equipo a Brighton el sábado.