Centro de datos del Palmeiras-Botafogo
Si alguien esperaba, midiéndose dos equipos brasileños, 'jogo bonito', seguro que se llevó una desagradable impresión con lo que vio sobre el irregular césped del Lincoln Financial Field. Pareció una pelea subterránea, un partido de esos de regional donde abundan las duras entradas, los piques y las interrupciones. Que no hubiera lesionados de gravedad fue casi un milagro en una primera mitad donde el balón estuvo más tiempo parado que en movimiento. Y eso que jugaban Estevao, Vitor Roque o Maurício por el Palmeiras, y Artur, Savarino o Igor Jesus por el Botafogo.
El Fogao fue el que más dureza empleó desde el pitido inicial. Emi Martínez cazó a Telles en la primera jugada. Y por si había dudas, Barboza casi le rompe el tobillo a Richard Ríos. Recibió amarilla, pero si hubiera sido roja tampoco se podría quejar.
Cuando se cansaron de pegar y se dedicaron a jugar, ahí el Palmeiras se sintió algo más cómodo. Vitor Roque, el ex del Barça y Betis, tuvo la primera ocasión en un remate forzado que lamió el palo contrario de la meta de John Victor, ex del Valladolid. Luego, después de otro violento choque entre Giay e Igor Jesus, Estevao puso un córner perfecto que cabeceó Gustavo Gómez, bloqueó Cunha, y remató Giay sin potencia.
Tras la pausa de hidratación, el Botafogo salió con otra actitud y los laterales más adelantados. Vitinho disfrutó algo más lanzándose arriba, pero sin causar inquietud real a Weverton. El descanso llegó con un disparo de Ríos que causó un extraño efecto óptico que hizo que parte de los seguidores del Palmeiras cantaran gol. Su gozo en un pozo.
El despertar de Estevao
Por suerte para los aficionados al fútbol, el comienzo de la segunda parte fue diametralmente opuesto a lo visto en los primeros 45 minutos. Estevao tuvo mucho que ver en ello. El futuro jugador del Chelsea protagonizó un par de acciones que obligaron al meta del Botafogo a intervenir para evitar el estreno goleador del joven talento en el Mundial. También lo intentó, con mucha menos calidad en el remate, Vitor Roque. Pero esto ya era otra cosa. El Palmeiras dominaba y el rival bastante tenía con quitarse la presión de encima. Además de John Victor, los centrales Jair y Barboza se multiplicaban para mantener su puerta imbatida.
Sin embargo, cuando el gol parecía más cerca, Abel Ferreira retiró del campo a sus jóvenes puntas. Estevao y Vitor Roque no se lo podían creer. Lo de Tigrinho se podía entender, lo otro no. Entraron Paulinho y Luighi. La dinámica, sin embargo, no cambió. Pero tampoco lo hizo el marcador porque John Victor seguía inexpugnable. Y así se mantuvo, con varias intervenciones suyas más despejando de puños, hasta llegar a la prórroga.
Paulinho, el 10 del Verdao
En ese tiempo extra, después del enésimo despeje del guardaredes del Fogao, apareció Paulinho para dar la razón a su técnico. Amagó un disparo a puerta con un recorte monstruoso y se metió en el área para, con un toque sutil y colocado al palo contrario, y con un pequeño toque de Barboza, batir por fin la meta rival y colocar el 1-0. Fue su último servicio a su equipo porque, posiblemente con alguna molestia física, fue sustituido.
Aún quedaban cinco minutos para el descanso de la prórroga y toda la segunda mitad. El Botafogo, ahora sí, se lanzó al ataque y encerró a su contrincante, que había ya instalado un muro en torno a Weverton. Correa, Igor Jesus y Artur lo intentaron, pero el Palmeiras, incluso con la expulsión de Gustavo Gómez a 10 minutos del final, aguantó y pudo celebrar su avance a cuartos del Mundial de Clubes. Su rival saldrá del vencedor del Benfica-Chelsea.
Jugador Flashscore del partido: Paulinho (Palmeiras).
---------------------
Patrocinado:
Copa Mundial de Clubes de la FIFA - Todos los partidos gratis, exclusivamente en DAZN.
Regístrese aquí para comenzar la retransmisión.
---------------------