El organismo rector del fútbol mundial ha lanzado la zanahoria de un total de 1.000 millones de dólares en premios a los 32 equipos que compiten en Estados Unidos.
Si el Chelsea, uno de los 12 representantes europeos, gana el trofeo el 13 de julio, podrá llevarse a casa unos 125 millones de dólares (107,983,431 millones de euros) como recompensa en metálico.
Eso podría dar al equipo de Stamford Bridge una ventaja considerable sobre muchos de sus rivales ingleses y europeos de cara a la próxima temporada.
Sin embargo, Maresca asegura que el dinero no ha surgido en las conversaciones con la jerarquía del club en torno a la competición en curso.
"Los propietarios sólo quieren lo mejor para nosotros y para los jugadores, partido a partido, y no hablan del premio final o de la recompensa final en términos de dinero", declaró el italiano a la prensa en Filadelfia antes del partido del martes contra el Esperance de Túnez.
"Nunca me presionan a mí ni a los jugadores en el sentido de que tenemos que ganar este torneo por el dinero".
El Chelsea debe evitar la derrota contra el tetracampeón africano tunecino para clasificarse para octavos de final por el Grupo D.
En su último partido, el Flamengo brasileño le endosó un 3-1 en el que Maresca pareció dar prioridad a los experimentos tácticos sobre la necesidad de resultados.
Jugar con Cole Palmer en la derecha de una delantera de tres no fue un éxito, ya que al internacional inglés le costó tener un gran impacto en el juego.
"Sin balón, Cole defendía un poco más abierto, pero la posición con balón era exactamente la misma que durante la temporada", explicó Maresca.
"Si es un buen momento o no para probar cosas nuevas, no lo sé. Pero también estamos aquí para pensar en el futuro y probar sistemas diferentes".
"El año pasado jugamos con tres o cuatro sistemas diferentes durante la temporada. La idea es seguir evolucionando y mejorando, y probar cosas diferentes".
El factor calor
Filadelfia está sudando bajo una feroz ola de calor en estos momentos, y aunque el saque inicial del miércoles a las 21:00, hora local, debería significar que eso no es un gran factor para el partido en sí, ha complicado los preparativos.
"Es casi imposible entrenar por culpa del tiempo. Ahora sólo tratamos de ahorrar energía para el partido", declaró Maresca, que probablemente haga rotaciones en su plantilla y numerosos cambios en la alineación titular.
El delantero Nicolas Jackson está sancionado por su expulsión ante el Flamengo, después de haber sido suplente sólo unos minutos antes.
Maresca añadió: "Hace calor y es difícil trabajar con estas temperaturas. Pero estamos aquí, intentamos hacerlo lo mejor posible e intentaremos ganar el partido de mañana".
El Chelsea ganó su primer partido en el torneo, al imponerse por 2-0 a Los Ángeles FC en Atlanta, antes de sufrir el revés a manos del Flamengo.
El Esperance se recuperó de la derrota ante los brasileños al imponerse al LAFC por 1-0 en Nashville en su último compromiso, lo que supone la única victoria hasta la fecha de un equipo norteafricano en los seis partidos disputados en esta Copa Mundial de Clubes.
Si el Chelsea pasa de ronda, el sábado se enfrentará en octavos de final al ganador del Grupo C, que podría ser el Bayern de Múnich.
"Si pasamos, podremos hablar del Bayern", declaró Maresca. "En este momento hay que pensar en mañana. El fútbol está lleno de sorpresas".
Sobre el Esperance, añadió: "Contra el Flamengo estuvieron en el partido hasta el final. Contra Los Ángeles ganaron e hicieron un buen partido. Así que seguro que va a ser un partido difícil".
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