Recién acabado, Gianni Infantino, muy ufano, sacó pecho por su nuevo Mundial de Clubes. A su juicio, una genialidad para la que no escatimó adjetivos: "La edad de oro del fútbol global de clubes ha empezado. Definitivamente, podemos decir que este Mundial de Clubes ha sido un enorme, enorme, enorme éxito". Una realidad de oropel si se mira más allá. Concretamente, hacia el cielo.
Porque también ha pasado a la historia como el torneo FIFA con más partidos parados debido a las inclemencias meteorológicas. Las ya célebres tormentas eléctricas y su dispositivo de aplicación a rajatabla en los Estados Unidos llegaron a afectar hasta a 6 de los 63 encuentros en liza, más todos los que vivieron la incertidumbre de días en los que se rozó. Muchas quejas, pero sobre todas, la del entrenador campeón, Enzo Maresca, que habló alto y claro tras cinco horas de partido ante el Benfica en octavos de final.