Este es el premio grande de un pastel de 1.000 millones de dólares (alrededor de 855M en euros) con el que la FIFA endulzó esta nueva competición, que congestionó el calendario de los futbolistas y recortó sus descansos.
El PSG y el Chelsea, supervivientes de cuatro semanas de competición en el verano estadounidense, librarán la batalla final el domingo en el MetLife Stadium de East Rutherford, a las afueras de Nueva York.
En juego estará el trofeo de este primer Mundial ampliado a 32 clubes y también un último pellizco de la mayor bolsa de premios de un torneo futbolístico.
Los criterios con los que la FIFA ha repartido estos beneficios favorecieron desde el principio a las 12 escuadras europeas, que recibieron una cuota de entrada superior a la de los otros competidores.
Este ingreso por participación se situó en un rango de entre 10,96 y 32,67 millones de euros, dependiendo de una clasificación basada en criterios deportivos y comerciales.
Por rendimiento deportivo, el PSG y el Chelsea recibieron 3,42 millones en la fase de grupos, algo menos de dos 'kilos' por cada una de sus dos victorias.
A estos ingresos sumaron 6,42 millones por clasificar a los octavos de final, 11,21 millones a los cuartos y casi 18 a las 'semis'.
Ambos finalistas tienen ya asegurados otros 25,6 millones de euros y el ganador puede extender sus ganancias hasta alcanzar el premio máximo.
Bolsillos llenos
En el caso del Chelsea, esta facturación récord apenas le servirá para compensar parcialmente la inversión realizada para regresar a la élite.
El club londinense es el que más ha gastado en Europa desde que en 2022 fue comprado por el multimillonario Todd Boehly al oligarca ruso Roman Abramovich, obligado a vender por sanciones de las autoridades británicas.
Desde entonces la factura se ha elevado a más de 1.111 millones de euros, con varias operaciones de nueve cifras, como los fichajes del argentino Enzo Fernández y el ecuatoriano Moisés Caicedo en 2023.
Boehly no parece tener intención de guardarse la chequera después de una temporada en la que su equipo conquistó la Conference League, pero se quedó muy lejos de pelear por la Premier League, que no gana desde 2017.
De vuelta al mercado, el cuadro londinense desembolsó en las últimas semanas cerca de 171 millones de euros por tres jóvenes puntas: los ingleses Liam Delap y Jamie Gittens, y el brasileño Joao Pedro, quien comenzó a devolver dividendos anotando los dos goles del triunfo en la semifinal del Mundial frente al Fluminense.
Las cuentas del club Blue han sido objeto de investigación por la UEFA, que este mes le aplicó una severa multa por incumplir el llamado fair play financiero.
La cereza del pastel
De acuerdo con la revista Forbes, el Chelsea es el décimo equipo de fútbol de mayor valor, estimado en 2.780 millones de euros, y cuenta con unos ingresos anuales de 505 'kilos'.
El PSG ocupa la séptima posición de esa lista con casi 4.000 millones de euros de valoración y 744 millones de ingresos, la tercera mayor cantidad después del Real Madrid y el Manchester City.
Su propietario desde 2011, el fondo catarí Qatar Sports Investments, tampoco ha escatimado en gastos para convertir al PSG en una potencia futbolística y una marca global.
Tan sólo en las dos últimas temporadas, el club parisino abonó más de 600 millones de euros en apuntalar una plantilla que, aunque vio marcharse gratis a Lionel Messi y Kylian Mbappé, ha despegado este año con la conquista de todos los títulos posibles, incluida la Liga de Campeones.
Con un último título el domingo, y su premio récord correspondiente, el gigante francés pondría la cereza sobre el pastel de una temporada perfecta.
Sigue el choque en directo a través de Flashscore.
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