El Chelsea tiene mística en el plano internacional. Con sus altos y sus bajos, el cuadro londinense es el mejor de su país fuera de sus fronteras en los últimos 40 años (y seguramente 'top 5' en general junto a Real Madrid, Milan, Bayern y Barcelona). Este curso, con la conquista de la Conference League, los 'blues' se convirtieron en el primer equipo de la historia en ganar todos los títulos organizados por la UEFA (Champions, Europa League, Conference, la extinta Recopa y la Supercopa de Europa) y ahora, poco más de un mes después, los londinenses rizaron el rizo alzándose con el primer Mundial de Clubes bajo su nuevo formato.
Los de Stamford Bridge, que ya se había proclamado campeones del mundo en 2021, se llevaron en Estados Unidos un torneo que, sobre el papel, les condujo por un sendero de lo más plácido hasta la gran final. Los pupilos de Enzo Maresca, que se estrenó a lo grande en su primer año al frente del equipo, llegaron al duelo por el título tras ganar a Los Angeles FC, Espérance de Tunis, Benfica, Palmeiras y Fluminense. Equipos con enjundia e historia, pero en escalones muy inferiores respecto a la superélite europea.