Ante todo el staff general nerazzurro, Cristian Chivu debutó oficialmente como entrenador del Inter. Una presentación a casi 10.000 kilómetros de Milán, en Los Ángeles, donde los nerazzurri preparan su debut en el Mundial de Clubes ante el Monterrey.
Un Chivu algo emocionado habló de orgullo, responsabilidad e interismo. Una palabra en la que insistió varias veces y que probablemente también sedujo a los directivos nerazzurri en su elección de nuevo entrenador.
"Un club como el Inter siempre te hace sentir el peso del orgullo y la responsabilidad, incluso en la cantera. Llegar al primer equipo es obviamente un paso importante, pero sentí ese mismo sentido de la responsabilidad desde el primer día que Piero Ausilio me trajo a Appiano como jugador, y luego cuando empecé con los sub-14 como entrenador. Llevo 13 años en este club, con un pequeño paréntesis en el Parma. Sentirse parte del Inter significa tener siempre algo especial dentro", fueron las primeras palabras de Chivu.
Marotta y la elección de Chivu
Alguien calificó de valiente la decisión de confiarle el banquillo, pero el entrenador nerazzurro lo ve de otra manera. "Creo que es una elección que va a las raíces del interismo". Incluso el presidente, Marotta, que ahora conoce bien el ambiente, ha comprendido lo que significa formar parte de este club. "Para mí es un orgullo, pero también una gran responsabilidad. Como cuando empecé aquí hace 13 años. El valor también fue mío: aceptar dirigir a uno de los equipos más fuertes de Europa".
Debut en el Mundial
Para Chivu, un compromiso importante a la vez. Una competición mundial con 32 equipos luchando por un título que nunca se ha otorgado. "Se ha subido el listón y tenemos que mantenerlo ahí. Honrar esta competición significa representar con dignidad y determinación a uno de los 32 equipos que participan en un acontecimiento histórico para el fútbol mundial. Es la primera vez que esto ocurre. Es a la vez una responsabilidad y una oportunidad. Aunque aún no ha empezado la nueva temporada, queremos dar lo mejor de nosotros mismos", añadió Chivu.
El primer rival será el Monterrey mexicano. "Ya estamos centrados en el rival", prosigue Chivu, "al que nos enfrentaremos dentro de tres días. Hemos mirado algunas imágenes, aunque me preocupa un poco que hayan cambiado de entrenador: podría significar cambios tácticos. Pero, como siempre, respeto a todos los rivales. Ésta es una competición entre los 32 mejores equipos del mundo: todos tienen el mismo estatus, todos quieren hacerlo lo mejor posible para honrarlo. Y eso es lo que nosotros también queremos hacer".
La llamada del Inter y la relación con Inzaghi
A continuación, los antecedentes de la llamada de los nerazzurri. "Fue una sorpresa. Tenía la intención de continuar el camino iniciado en los meses anteriores, pero cuando me llamó el Inter, inmediatamente pedí permiso a Federico Cherubini. Cuando el Inter llama, no puedes no contestar. Por todo lo que representa para mí, es un honor estar aquí".
"Siempre he tenido una buena relación con Simone (Inzaghi), desde los tiempos en que entrenaba a la selección sub-19. Le llamé para desearle buena suerte en cuanto supe que no seguiría en el Inter. No hemos vuelto a hablar desde entonces".
Regenerar el ambiente
"De momento sólo pienso en hacerlo bien aquí, en devolver la confianza y la autoestima a los chicos. Han pasado por momentos difíciles, sobre todo a nivel mental. Tenemos que encontrar la energía adecuada para afrontar cada partido. ¿Y el futuro? Hablaremos de ello después de esta competición", explicó antes de hablar de lo que aportará no ya desde el banquillo sino como persona. "Todo lo que siempre he dado: respeto, gratitud, carácter e interismo. Esta camiseta me ha enamorado y ha entrado en mi corazón. No me corresponde a mí decir si soy bueno, pero garantizo que daré todo lo que tengo."
Mundial "anómalo"
"Es cierto que es un acontecimiento anómalo, pero también hermoso. No hay que olvidar el camino que ha recorrido este equipo. No se puede juzgar una temporada sólo por el hecho de no haber levantado un trofeo: lo que cuenta es el camino, el crecimiento individual y colectivo. Esta no es una temporada fracasada. Hace dos meses hablábamos de un equipo que había eliminado al Bayern y al Barcelona, primero de la Serie A, entre los mejores de Europa. El fracaso sólo existe cuando empezamos a buscar coartadas. Perder una final duele. Yo mismo, en su momento, tuve el pensamiento: '¿Y si la pierdo?' Pero el camino ha sido extraordinario. Les he dicho a los chicos que deben estar orgullosos. Y un equipo como el Inter tiene el deber de volver a intentarlo. Hay que honrar cada competición".
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