Brasil, clasificado para el torneo, firmó una irregular fase eliminatoria, que cerró en septiembre con un triunfo ante Chile (3-0) y una derrota frente a Bolivia (1-0).
"(Asia) es una escuela de fútbol que ha progresado mucho. Nos gusta jugar estos dos partidos, que van a ser difíciles (...). Es importante, porque podría pasar que en la Copa del Mundo tengamos que enfrentarnos a ellos", dijo Ancelotti en rueda de prensa en Seúl, donde la Canarinha jugará el viernes con Corea del Sur.
El próximo martes, en Tokio, el gigante sudamericano se medirá con Japón.
"Todos nosotros pensamos en un objetivo que tiene que ser claro: ganar la Copa del Mundo. No quiero jugadores que vayan a la Copa a ser los mejores de la Copa, tienen que ir a ganar", comentó Ancelotti en referencia a la conformación del plantel de cara al torneo del próximo año en Estados Unidos, Canadá y México.
El exentrenador del Real Madrid contará en esta doble fecha de amistosos con regresos de categoría, como Rodrygo o Éder Militão, a quienes dirigió en su etapa como técnico merengue. "La selección brasileña tiene una base muy amplia (...) y estoy convencido de que vamos a preparar un ambiente muy positivo", manifestó.
El italiano celebró el retorno de Militão tras graves lesiones de rodilla. El central jugó sus últimos partidos con la camiseta verdeamarela en junio de 2024. "Volvió y está mostrando en el Real Madrid su mejor versión", expresó el estratega. "Es un jugador muy importante, aunque contra él está la competencia muy alta que hay en la posición".
Ancelotti confirmó a sus titulares en la portería ante la baja de Alisson por lesión: Bento custodiará el arco ante Corea del Sur y Hugo Souza, en su debut como internacional, lo hará frente a Japón.
Encargado de llevar la cinta de capitán ante la ausencia de Marquinhos, el mediocampista Casemiro apuntó que para Brasil serán partidos ante rivales de "alto nivel" para ir ganando "sintonía" y "conexión" como equipo.