El cabezazo a la red del exdelantero del Nápoles en el minuto 90+5 fue otro mazazo para el Galaxy, el vigente campeón de la MLS, que sigue sin conocer la victoria en esta temporada.
La escuadra angelina, lastrada por la lesión de su estrella, el español Riqui Puig, acumula 11 derrotas y está hundida en el último lugar de la Conferencia Oeste con cuatro puntos.
El San Diego FC vive la otra cara de la moneda en su primera campaña en la MLS, en la que ocupa la segunda plaza del Oeste con 27 puntos, a cuatro del líder Vancouver Whitecaps.
El 'Chucky', uno de los grandes fichajes del año en la liga, es uno de los puntales del despegue de San Diego con cinco goles y seis asistencias en 12 jornadas disputadas.
El mexicano, de 29 años, sigue llamando a la puerta de su selección para un posible regreso en la Copa Oro que arranca el próximo mes.
"Va a ser un camino muy bonito"
"Este es un camino largo, pero vamos trabajando mucho. Sigan apoyando y este va a ser un camino muy bonito", agradeció Lozano a su afición del Snapdragon Stadium.
Este segundo derbi californiano entre el Galaxy y el San Diego, ganador también del primer duelo en febrero, arrancó con un gol inicial de los visitantes.
El uruguayo Diego Fagúndez alimentó las esperanzas de la escuadra angelina en el minuto 40 cuando, tras un pase del alemán Marco Reus, quedó de frente al arco y, con un remate potente y bien colocado, venció a CJ Dos Santos.

El internacional estadounidense Luca de la Torre golpeó las ilusiones del Galaxy sólo un minuto después cuando aprovechó un pase filtrado del danés Jeppe Tverskov para empatar con un disparo raso.
Los locales se quedaron con los tres puntos en el tiempo añadido de la segunda mitad tras una desgraciada acción del colombiano Emiro Garcés.
El defensa del Galaxy erró en un despeje y permitió que el danés Anders Dreyer avanzara por la banda derecha y colocara un milimétrico centro para que Lozano marcara el 2-1 final.
Incidente en la grada
Tras el partido se produjo una bronca en un sector de la grada entre varias decenas de aficionados de los dos equipos, que se enfrentaron a puñetazos.
Ambos conjuntos emitieron después un comunicado conjunto para condenar los altercados.
"No hay lugar para la violencia en nuestro deporte. Los incidentes ocurridos tras el partido del sábado en el Snapdragon Stadium no reflejan los valores de ninguno de los dos clubes y son completamente inaceptables", remarcó el texto.
Los dos equipos abrieron una "revisión exhaustiva" de los incidentes, junto al personal de seguridad y las autoridades locales, que podría acarrear medidas disciplinarias contra los espectadores involucrados.