El club no recurrirá la suspensión, que entrará en vigor el lunes. En consecuencia, Haise no estará presente en el banquillo, en el terreno de juego ni en el acta del partido contra el Saint-Étienne y después contra el Lyon y el Auxerre. Sin embargo, tendrá acceso a los vestuarios.
"Hice algunos comentarios ofensivos diez minutos después del partido (que el Niza perdió 2-1 en el último segundo)", explicó Haise en la rueda de prensa previa al encuentro del domingo contra el Montpellier.
"Había mucha gente alrededor del árbitro", añadió."Mis comentarios fueron considerados ofensivos. Evidentemente, pido disculpas, se lo dije al árbitro. No fue un insulto, una obscenidad o una grosería. Pero la Comisión Disciplinaria de la FFF no mira el contexto ni lo que está pasando".
"No debería haber hecho esos comentarios ofensivos, sobre todo porque me equivoqué", admitió Haise, que ya lo había mencionado en la conferencia posterior al partido.
"Por supuesto que sería mejor para un entrenador mantener la boca cerrada todo el tiempo", convino."Pero a veces tienes una sensación de injusticia, con razón o sin ella. Esta vez ha sido injusta. Todavía tengo mucho trabajo que hacer en el camino hacia la sabiduría, eso es todo lo que puedo sacar de ello".
Haise fue escuchado por la Comisión Disciplinaria de la FFF el jueves por la mañana por videoconferencia, antes de que el club recibiera la notificación de la sanción el viernes.