Incluso después de un partido entre semana exigente en lo físico y cargado de emoción, el PSG no tiene rival en la Ligue 1, y el OM, segundo, volvió a medir la distancia que le separa de su enemigo hereditario (2-1).
El PSG, con la sartén por el mango
El duelo fratricida del fútbol francés arrancó con un magnífico tifo en el Parque de los Príncipes, y un lanzamiento inicial de falta ganado por Adrien Rabiot, capitán del Olympique durante toda la velada pese a la evidente frialdad del recibimiento, golpeado por Amine Gouiri directamente a Gigio Donnarumma.
El PSG demostró de inmediato que los relanzamientos marselleses se enfrentarían a una intensa presión. El OM no tardó en darse cuenta de que tendría que contragolpear porque su rival le asediaba. El primer disparo de Nuno Mendes fue bloqueado, antes de que Gerónimo Rulli tuviera que intervenir. A continuación, el portugués se enzarzó con Leonardo Balerdi, sin motivo aparente.
Por el momento, el OM buscaba sobre todo los tiros libres en el campo parisino para crear peligro. Gouiri colocó el balón en la cabeza de Geoffrey Kondogbia, que estaba en fuera de juego. Tras un saque en largo de Donnarumma, Kvicha Kvaratshkelia desvió el balón hacia Fabián Ruiz, que habilitó a Ousmane Dembélé a la espalda de Balerdi. El mosquito se olvidó del balón, pero fue capaz de volver sobre sus pasos para rechazar a Rulli antes de rematar con un potente derechazo.
Con el marcador en contra, el OM disfrutó durante unos minutos de su mejor momento de la primera parte. Amar Dedic cabeceó fuera sin peligro un segundo balón de Rabiot. Después, Mendes fue amonestado por una falta sobre Bilal Nadir, que lanzó él mismo la falta al borde del área, pero se topó con la barrera. El Marsella tenía poco contacto con el balón en el área, pero ganaba en confianza. Valentin Rongier aprovechó su oportunidad. Donnarumma desvió el balón hacia Gouiri, que dudó entre disparar o pasar, eligió la opción B y permitió que el portero se abalanzara sobre el balón.

Pero el guión ya parecía escrito, porque cuando el PSG sube una marcha, no hay club francés que se resista mucho tiempo. Dembélé, la tercera punta del triángulo, tuvo un doblete cuando Kvaratskhelia avisó a Mendes por la izquierda, pero Derek Cornelius hizo la parada salvador. El segundo intento resultó ser el de la victoria. Tras un pase en profundidad de Hakimi, Fabián Ruiz aprovechó el desajuste para correr hacia la portería y asistir a Mendes, que se mostró encantado de marcar pese a la desesperada devolución de Rulli.
Las esperanzas del Marsella se desvanecen
El PSG estaba en racha, y Dembélé, tras un pase atrás de Désiré Doué, estuvo a punto de marcar el 3-0. Y cuando menos se esperaba, el OM encarriló el partido, con un poco de ayuda de su rival. Tras un despeje de Rulli, Mendes controló magníficamente el balón, pero jugó su pase atrás con despreocupación. El resultado: Rabiot se lanzó, superó a Donnarumma y asistió a Gouiri, que remató a gol para reducir distancias.
Al Marsella aún le quedaba camino por recorrer, pero todavía había esperanza, aunque los parisinos parecían enfadados. Por la izquierda, Dembélé asistió a Luiz Felipe y sacó un derechazo que se desvió en el poste batido de Rulli. Por el otro, el argentino fue decisivo al ganarle el duelo a Zaire-Emery, a quien Dembélé encontró en profundidad.
Pero, ¿quizás el PSG se había dormido en los laureles o simplemente sentía las secuelas de su esfuerzo en Anfield? Mason Greenwood, que había saltado al terreno de juego como suplente, culminó la jugada con un disparo desviado, pero que demostró que las ganas del Marsella podrían haber superado al talento parisin.
Vitinha encontró a Kvara en la otra banda, y el georgiano conectó un cabezazo de Hakimi que, aunque en fuera de juego, permitió a Rulli resarcirse psicológicamente con una magnífica parada.
El PSG se hizo con la posesión y, bajo presión, el OM cedió. Hakimi recibió un pase en largo de Lucas Beraldo y centró con fuerza ante la portería. Dembélé esperaba en el segundo palo, pero Pol Lirola marcó en propia puerta.
Los planes de Roberto de Zerbi cambiaron en cuanto a las sustituciones, pero estuvo a punto de cambiar de opinión rápidamente tras los intentos de Gouiri y, sobre todo, de Quentin Merlin.
Pero fue el PSG quien estuvo más cerca de marcar su cuarto gol. Kang In Lee entró por Dembélé, y fue aplaudido cuando vio cómo Rulli bloqueaba su disparo. A continuación, Bradley Barcola, otro hombre nuevo, titubeó y fue recogido in extremis. Hakimi recibió un pase atrás de Mendes, pero Vitinha apretó los dientes y envió el balón por encima.
El PSG aventaja ahora en 19 puntos al OM, que ve cómo se agranda su lista de perseguidores tras esta segunda derrota consecutiva.

Jugador Flashscore del partido: Doué (PSG)