Centro de datos del Real Sociedad-Girona
Hace no demasiado tiempo, este duelo entre donostiarras y gerundenses era sinónimo de alegría, de fútbol ofensivo, de aspiraciones europeas. La memoria, sin embargo, no hace bien a ciertos equipos de pasado glorioso y presente dudoso. Toca picar piedra a la espera de superar como se pueda este período de transición en el que el único objetivo posible parece ser el de la permanencia y poco más.

Y en esas, es el Girona el que lo tenía peor. Con la última disputa interna entre Míchel y su portero suplente, Livakovic, su estilo ya no parece calar como antes. Querer jugar al ataque cuando tus delanteros, por muchos millones que hayan costado, como Vanat, se encuentran lejos de su mejor nivel y tu defensa tiene más agujeros que un queso emmental, hace más daño que beneficio. Así consiguió desnivelar la balanza la Real Sociedad en el primer tiempo. Después de varias ocasiones claras de Kubo y de Brais Méndez, y de algún centro peligrosísimo de Sergio Gómez, Zubeldia habilitó desde su zaga a Guedes para que se plantara ante Gazzaniga aprovechando el despiste y descolocación de la defensa catalana. Sólo Vitor Reis reaccionó, pero le faltaron un par de metros para impedir que el portugués hiciera el 1-0. Dio la sensación de que el arquero también podría haber hecho algo más.
Al Girona, que buscaba con insistencia a Ounahi por dentro, le faltaba frescura en sus ideas y ganas en la presión alta. Bryan Gil no podía con Aramburu y en la otra banda, Tsygankov solo pudo inquietar una vez, pero menudo remate, a Remiro, que salvó el gol con una estirada monumental. Muy poco para soñar con la remontada... aunque quedaba toda la segunda mitad.
Premio al esfuerzo y castigo a la racanería
Con una modificación en cada equipo, fue el Girona, más obligado, el que tomó la iniciativa tras el descanso. Bryan Gil, insistente como ninguno, y Arnau gozaron de las primeras llegadas con opciones reales para empatar. La Real, demasiado complaciente, había cedido mucho terreno, dejando control absoluto al rival. Para cuando se quiso recuperar, con los cambios que introdujo el discutido Sergio Francisco, ya fue tarde. El guion había cambiado y Tsygankov decidió asociarse con Ounahi para encontrar el espacio donde hacer daño y batir a Remiro. Merecido el gol... y aún quedaba un cuarto de hora por delante.

No lo iba a desaprovechar el Girona, con la dinámica a su favor. Sin la angustia ya de ir perdiendo, siguió atacando con criterio, todo el que le había faltado en la primera mitad. Y encontró el premio gordo en una acción de Álex Moreno que finalizó Tsygankov con un taconazo sutil que dejó roto a Remiro y hundidos a los txuri-urdin, jugadores y aficionados, con el 1-2.
Con los seguidores abandonando el estadio sin esperanzas de arañar un empate, viendo impotentes a los suyos, al Girona le dio hasta para saborear sin problemas su triunfo y alejarse, al menos de momento, del descenso.

Jugador Flashscore del partido: Tsygankov (Girona).
