El peor de los escenarios posibles es el que se asoma en el horizonte del internacional español.
Si la FIFA considera que no fue más que un error humano el no registrar en el programa TMS toda la documentación para el traspaso, Laporte no podría jugar en los próximos cuatro meses. Y a falta de oficialidad, eso parece que va a ocurrir.
Un perjuicio enorme para el futbolista, para el Athletic y también para la selección española, donde De la Fuente sigue contando con él en cuanto se ponga en forma y muestre su nivel.
La amenaza es más que real y salvo sorpresa o apelacion del club vasco, Laporte sufrirá las consecuencias de la mala gestión del Al Nassr.
Laporte, para poder hacer realidad su regreso a Bilbao, había renunciado a gran parte de los 25 millones de euros netos que ganaba en el Al Nassr. Una indemnización y su ficha en el Athletic compensaban el esfuerzo. Pero quedarse sin jugar hasta el siguiente mercado no entraba en sus planes.