Venía el Rayo Vallecano de quitarle puntos al Real Madrid (3-3) el pasado domingo y no acusó el esfuerzo invertido en ello durante los compases iniciales del duelo frente al Villarreal. Muy pronto, Sergio Camello irrumpió en el área amarilla con cierto peligro, aunque la zaga evitó males mayores.
Los locales, nada dispuestos a dejarse dominar en su propio estadio, salieron a flote. En una buena internada, Yéremy Pino se plantó delante de la portería y disparó con precisión, pero Augusto Batalla sacó un pie providencial, evitando el 1-0. El combate estaba servido, ¿podría un Rayo atravesar un Submarino?
En un primer momento, parecía que el blindaje del sumergible resultaría impenetrable para el elemento eléctrico, que ni siquiera sería capaz de poner en jaque sus sofisticados sistemas. Sin embargo, la veloz verticalidad del elemento natural golpeó con fuerza a los 21 minutos: una buena combinación llevó el esférico a pies de Álvaro García, que batió a Junior Reis por bajo adelantando a los suyos.

Con el cuadro dirigido por Marcelino paralizado, los madrileños mantuvieron el frenético ritmo, forzando en un desafortunado lance la expulsión de Kambwala por una durísima entrada sobre Óscar Valentín pasada la media hora de juego.
Poco a poco, el Submarino Amarillo se iba hundiendo y no por voluntad propia, sino empujar por la virulencia de las embestidas del Rayo. Cuando peor marchaba la cosa, Ayoze Pérez tranquilizó a la tripulación de la mano de un zapatazo potente, asistido por Denis Suárez, que restableció los sistemas antes del intermedio con la igualada.
Carencia de carga
Por momentos, los vallecanos adolecían de cierta pérdida de energía, dando a la escuadra groguet ciertas esperanzas de equilibrar las tornas, pese a disponer únicamente de 10 futbolistas sobre el terreno de juego. El duelo se convirtió en una batalla de ajedrez a decidir por los detalles.
Con el paso de los minutos, los de la capital de España encontraron en La Cerámica puntos de recarga y le debieron absorber la electricidad a los generadores de emergencia del sumergible con el que combatían, porque este se vino abajo súbitamente hasta terminar encerrado en su propia área.

La entrada de Isi, bigoleador el domingo contra el Real Madrid y suplente hoy, agitó todavía más al revitalizado Rayo, aportándole frescura y control en la medular. El sitio se mantuvo hasta el 90', con descargas constantes, mientras el Villarreal achicaba las numerosas ocasiones mediante un esfuerzo titánico.
Finalmente, la resistencia de los locales dejó en Castellón un punto que supo a triunfo y les permite ascender hasta la quinta plaza en la clasificación. Los de Iñigo Pérez, se quedaron con el premio que deseaban por sus intentos y se mantienen en un cómodo 12º puesto.
Jugador Flashscore del Partido: Sergio Camello.