El zaguero francés, titular en la semifinal de la Liga de Naciones perdida contra España, llegó al conjunto azulgrana en 2018 procedente del Sevilla, donde dejó muy buenas sensaciones. Su papel en tierras catalanas fue importante en unas temporadas algo aciagas a nivel de resultados, aunque acabó quedándose sin hueco, lo que provocó que saliera vía cesión a tres equipos distintos (Tottenham Hotspur, Aston Villa y Atlético).
Un factor clave para entender la relación entre el Barcelona y el jugador tiene que ver con su elevado salario, de ahí que se marchara a modo de préstamo -pagando el club de destino parte de la ficha-. Su venta era la opción preferente para el plantel azulgrana, aunque nunca pudo llevarse a cabo. Es más, a pesar de no tener hueco en la plantilla, Lenglet renovó su contrato hasta 2027 por una única razón: dividir sus emolumentos en más años y, así, reducir la cantidad anual.
Sin más alternativas, el Barça se ha resignado a alcanzar un acuerdo con el galo, que fue premiado ecómicamente por Josep Bartomeu tiempo atrás, para acometer la rescisión. Aquella desafortunada decisión ha lastrado a la escuadra culé hasta la actualidad, aunque lo cierto es que Clément ya forma parte del pasado.
Sus 30 actuaciones entre todas las competiciones, con tres goles y dos asistencias, parecen haber convencido a Diego Pablo Simeone y a la directiva del Atlético. Y eso que tardó un poco en hacerse con la titularidad, algo comprensible dada su falta de continuidad en los últimos meses del curso anterior. En las valoraciones de Flashscore, el central ha promediado no menos de siete puntos de media en LaLiga EA Sports, la Copa del Rey y la Liga de Campeones.