En esta primera parte de la entrevista, Monchi nos cuenta su ilusión en el club de su población natal, San Fernando, así como sus varias etapas en el Sevilla y algunos de los nombres propios que hicieron que el club hispalense viviera las mejores etapas de su larga historia.
-Empezamos fuerte, Monchi: ¿Qué le llevó a dirigir el proyecto en San Fernando?
La historia es muy compleja, pero fundamentalmente, por resumir, el cariño a esta ciudad, que es mi ciudad, el cariño al fútbol de San Fernando y. posiblemente una elección de vida. De intentar cuadrar el círculo de mi vida profesional. Yo empecé aquí hace muchísimos años y tenía la ilusión de volver a San Fernando para realizar un proyecto. Posiblemente, los tiempos se han adelantado un poco, pero, fundamentalmente, es la ilusión de poder hacer algo en la ciudad que me vio nacer, futbolística y personalmente.
¿Y cuáles han sido los mayores retos organizativos, deportivos? Porque hay muchos, supongo.
Retos había muchos, porque un club nuevo, prácticamente de la nada. El principal reto era enganchar a la afición, que se sintiera identificada con el proyecto. Ese era un reto muy importante. Siempre he dicho que este club va a ser lo que quiera la afición de San Fernando. Entonces, ser capaz con un club nuevo, que la gente asuma que es suyo -de hecho, el slogan es "El club de toda la vida"-, pues era uno de los retos más importantes y creo que, que se ha conseguido.

¿Y está intentando implantar el modelo de juego que aprendió en el Sevilla, Aston Villa y en todos los otros grandes clubs?
Estamos intentando de implantar el modelo de club, más que de juego. Un club que sea muy dinámico, muy ágil, en el que la gente se sienta reflejada. Un club donde la gente que trabaja lo haga no porque tengo una vinculación laboral, sino porque tenga una vinculación sentimental. Lo que pasa es que es pronto. Estamos hablando de días, meses desde que se fundó el club, con lo cual todavía nos queda. Y tampoco podemos olvidar la modestia, la humildad del proyecto, un proyecto que empieza desde abajo.
¿Y los planes? Supongo que ambiciosos, pero medio y largo plazo, ¿ya lo tiene en la cabeza todo pensado?
Algo tengo en la cabeza. A medio plazo, crear una estructura lo más horizontal posible y lo más cimentada posible, lo más sólida posible para desde ahí ir creciendo. A largo plazo, hombre, intentar, colocar al equipo en el fútbol profesional.
¿Y con la experiencia en la política de fichajes que tiene de otros clubs como el Sevilla, la Roma o Aston Villa... ¿Cuál es la idea?
Lo que pasa es que todavía es pronto. Ahora mismo, lo que estamos intentando es configurar o hemos intentado configurar una plantilla donde hay una mezcla de juventud y de veteranía, porque evidentemente las categorías donde estamos o donde vamos a estar en el corto plazo son categorías exigentes. Pero sí, en un futuro, pues intentaremos, si se puede evidentemente, clonar todo aquello que se ha hecho en el pasado y que fue exitoso.
¿Va a llevar alguna estrella al San Fernando pronto?
Todavía nos queda mucho. Nos queda porque todavía las categorías no son reclamo para jugadores importantes, pero bueno, ya veremos en el futuro.
Si va a terminar la carrera de Sergio Ramos por ahí, por ejemplo.
(risas) No sabemos a Sergio cuánto le queda todavía. Sergio tiene mucha batería todavía. Nos está ayudando en un perfil muy de segundo plano, evidentemente, pero nos está ayudando. El que está en el día a día es su hermano René, que es el vicepresidente y uno de los conductores del proyecto.
El gran Sevilla: de Dani Alves y Rakitic a Kanouté o Luis Fabiano
En el Sevilla ganó notoriedad por identificar talentos jóvenes que luego se convirtieron en estrellas. Aquello de comprar barato y vender caro. ¿Cuál es el secreto detrás de esto? ¿Cómo trabajó día a día en eso?
Fundamentalmente, yo cuando llegué a Sevilla tenía claro algo, que era ser capaz de crear una estructura, un modelo de dirección deportiva que nos permitiera adelantarnos a otros clubes en la detección del talento. Pero ya no solamente yo. Creo que nuestro éxito no solo ha sido la detección del talento, sino también el manejo del talento. Eso es igual de importante. Yo creo que hemos sido buenos detectores, pero también buenos gestores. Y esa ha sido nuestra línea, muy de la mano siempre del entrenador, intentando buscar los perfiles que al entrenador le pudieran servir. Y eso, unido al crecimiento del club desde Segunda división, pues evidentemente, la plataforma de exposición del jugador cada vez ha sido mayor, con lo cual su valor ha sido cada vez mayor.
¿Cómo se cerró la llegada de Dani Alves por sólo 500.000 euros
Fue muy compleja porque Daniel, no sé si se recuerda, vino cedido para 18 meses en el mercado de enero en 2003. La suerte, entre comillas, para nosotros, la desgracia para su club de origen, es que tenía un momento dramático a nivel económico, con lo cual fuimos capaces de aprovechar esa situación para comprarlo en un precio inferior al que estaba pactado. A ver, el caso de Daniel es un caso muy atípico. Si no, tú no compras a un jugador por 600.000 dólares, más o menos que costó, y a los cinco años lo vendes por más de 40 millones, pero que en esa trayectoria se ganan no sé cuántos títulos y ese es uno entre mil. Evidentemente, esa criatura tiene muchos 'padres', no solamente la dirección deportiva, la gestión que hace en su momento Caparrós de él, la gestión que hace posteriormente Juande Ramos, el crecimiento del club, el propio jugador, que era un magnífico profesional. Se dieron todos los condicionantes para que saliera el fichaje perfecto.
¿Ivan Rakitić? También otro caso en el que compró barato, entre comillas, y luego pues ha hecho una carrera brutal
Prácticamente llegó gratis porque él terminaba el contrato con el Schalke. Con Ivan, que también fue un fichaje de enero, casualmente, se dan también una serie de circunstancias. Él llega en un momento complicado y yo creo que abandera el crecimiento del club. Era una puesta ganadora, un win to win, porque era un magnífico profesional que además se adapta muy bien. Al final no podemos olvidar que los futbolistas son personas y hay muchos jugadores que no rinden bien porque no consiguen esa adaptación. En el caso de Ivan todo fue muy fácil. Y su adaptación a Sevilla fue tal que hoy se considera un sevillano más.
Sí, parece más andaluz que croata. Quería preguntar también por eso, si en el proceso de captación, que es un proceso largo, supongo, también en el caso de Ivan, de Dani Alves, ¿usted queda con los jugadores? ¿Hace videollamadas o va a los partidos y se queda tomando, no sé, un café y hablando? ¿Cuál es el proceso?
Yo intento conocer a la persona. Y hay situaciones que te permiten sentarte con él y verlo personalmente. Hay otras situaciones, videollamadas, que ahora nos lo permiten mucho más las tecnologías. Pero yo siempre intento hablar para percibir cómo es, si tiene ilusión por venir, si tiene hambre, si es profesional, si conoce el estilo de juego, si le gusta el fútbol. Todas esas cosas son importantes a la hora de dibujar el perfil completo del jugador, que no solo nos quedemos con lo táctico, lo técnico o lo físico, sino también con lo humano.
¿Y ha descartado a muchos que eran jugadores buenos por eso que dice?
Muchos no, pero a algunos sí, porque no me han transmitido esa ilusión o porque hemos averiguado que su vida profesional no era la más idónea. No muchos, pero algunos sí.
Pero era su decisión, no la del jugador, supongo, ¿no?
Más mía por no encontrar esa respuesta que yo pretendía.
Las llegadas de Luis Fabiano y Kanouté, que formaron una dupla maravillosa en Sevilla. ¿Cómo fue?
Bueno, yo creo que todavía no somos capaces de asimilar o de darnos cuenta la fortuna que tuvo ese Sevilla de 2005 en adelante de tener posiblemente a dos de los mejores delanteros de la historia del club, seguro, y del fútbol mundial también. Bueno, son circunstancias que has entendido, porque Luis sí era nuestro objetivo prioritario. El caso de Kanouté, no. Nosotros queríamos firmar a otro brasileño, a Fred, pero se fue al Olympique de Lyon. La segunda opción era Kanouté y, bueno, pues llegó y poco a poco se convirtió en lo que luego fue. Fueron años magníficos, ¿no? Una dupla que, que pocos equipos del mundo podían tener.
¿Y Adriano Correa? Ese tipo de talento, ¿cómo lo detectó? Porque no era obvio.
Adriano es un perfil muy parecido al de descubrimiento de Daniel (Alves), jugando en un equipo pequeño de Brasil. Buscábamos ese perfil de lateral y teníamos buenos informes de él. Se dio la opción de que viniera aquí porque había muchos equipos interesados y también fue una adaptación rápida y un rendimiento magnífico.
Volvió al Sevilla en 2019. ¿Cuál es el cambio que más notó? ¿Había cambiado mucho el club, el entorno?
Sí, había cambiado para bien, sobre todo en algo que para mí, en mi época en Roma, fue un descubrimiento importante, que era el uso del dato. El Sevilla que yo encuentro es un Sevilla que quiere apostar por crecer a través del dato, que era, yo creo, una de las cosas que nos podían volver a hacer distintos al resto. Y yo venía de un club como la Roma que también apostó por el dato, con lo cual, como se dice aquí en España, se unió el hambre con las ganas de comer. Y la verdad es que fue muy ilusionante ese inicio de proyecto.