Michael Owen (44) fue uno de esos fichajes de la primera etapa de Florentino Pérez en el Real Madrid en el que el presidente impuso su criterio por encima del de la dirección deportiva. Los blancos pagaron 12 millones de euros por el inglés y, aunque no fue del todo mal, el delantero nunca tuvo demasiados minutos y terminó yéndose al final de la temporada en la que llegó a la capital de España.
Ahora, en plena crisis de Kylian Mbappé (25), el exfutbolista ha relatado su experiencia en la Casa Blanca y sus palabras dan un poco de contexto sobre lo que le puede estar pasándole al francés: "En cuanto tomé la decisión de ir al Madrid, perdí el control de mi carrera. Fue el fin de la percepción que los demás tenían de mí como jugador. Es cierto que era el Santo Grial para un futbolista, pero también era un lugar donde la presión es tan grande que no puedes ni respirar. No era lo que yo había esperado", explicó.
Lo cierto, según se puede leer entre líneas, es que el ariete, internacional con Inglaterra en 89 ocasiones, nunca quiso abandonar Anfield: "Hablé con Rafa Benítez y con Rick Parry. Fue algo así como: 'Acordemos que me quedaré un año o dos y luego volveré'. Inconscientemente, eso era lo que necesitaba, tranquilidad. En realidad no quería irme, el Liverpool era mi club. Pero también me preguntaba si terminaría arrepintiéndome si no lo intentaba", dijo en la mencionada entrevista.
Halagado, pero inseguro
No fueron momentos fáciles, pero Owen termino decantándose por recalar en el Rey de Europa: "Cuando supe del interés del Madrid, tuve emociones encontradas. Estaba orgulloso de que un club como ese estuviera interesado en mí. Me sentí halagado, pero al mismo tiempo inseguro. Estuve dando vueltas en la cama durante casi una semana antes de decidirme", confesó.
En el Bernabéu se encontró a Raúl, a quien le arrebató uno de los Balones de Oro más polémicos de la historia, pero el británico hizo aquello para lo que le contrataron: marcar goles. Sin embargo, su experiencia de blanco terminó siendo fugaz: "El Madrid es un club con historia, glamour, y todo lo que un futbolista sueña, pero cuando llegas allí, te das cuenta de que puede ser un lugar donde pierdes tu esencia. En mi caso, me costó la vida profesional", concluyó.