Todo había partido por la conmoción cerebral que sufrió Badé en Vigo y por la que tuvo que ser sustituido. A los tres días fue titular en el encuentro en el que se midieron sevillistas y canarios, que acabó en 1-0.
Según el protocolo aconsejado por la FIFA, tienen que pasar seis días para que un futbolista conmocionado pueda volver a jugar. A eso se agarraba Las Palmas para denunciar al club hispalense e intentar conseguir en los despachos tres puntos que aún les habría podido dejar alguna opción de salvación, metiendo al Sevilla en la pomada del descenso otra vez.
Pero en Nervión estaban la mar de tranquilos. Antes de alinear al francés se aseguraron de que no es una ley de la FIFA sino un consejo. Con el beneplácito de LaLiga y la RFEF de que podían alinear a Badé, así lo hicieron y por eso no temían absolutamente nada.
Es más, fuentes del club de Nervión recordaban que la propia entidad de Las Palmas incumplió lo que ahora pretendían denunciar con Cillessen. El portero neerlandés sufrió una conmoción en el Metropolitano el 3 de noviembre por la que tuvo que abandonar el terreno de juego. Cinco días después, estaba jugando contra el Rayo.
Estudiado el caso y viendo las nulas posibilidades de éxito, la Unión Deportiva ha anunciado que no recurrirá la alineación de Badé.
"Este Club quiere aclarar que no presentará recurso alguno al entender que no se cometió ninguna irregularidad. Esta decisión está fundada en el pormenorizado estudio que nuestros servicios jurídicos deportivos han realizado sobre las circunstancias, con la intención de defender los intereses legítimos de la Unión Deportiva. Esta Entidad asegura a sus aficionados que nunca hará dejación a la hora de hacer valer nuestros derechos, pero nunca violentando ni discutiendo aquello que otro rival deportivo y compañero en LaLiga ha ganado en el terreno de juego, sometido a las mismas normas que rigen para todos los asociados".