Se puede decir de muchas formas: más de dos años y medio, 32 meses, 142 semanas o 994 días. Ese es el tiempo que Denis Suárez ha estado sin ver portería en un encuentro de carácter oficial. De hecho, no sabía lo que era marcar con el Villarreal desde que se incorporó procedente del Celta de Vigo en su segunda etapa como groguet.
Esta prolongada sequía está condicionada por la lesión que lastró su trayectoria durante la temporada anterior, en la que sólo disputó algunos minutos sueltos al inicio. Apenas necesitó un cuarto de hora en el partido del sábado, ya resuelto cuando se sumó al terreno de juego, para anotar un gol muy especial en lo invidividual y casi anecdótico en lo colectivo.
Para ser exactos, Denis no celebraba desde el 15 de mayo de 2022, fecha en la cual todavía era jugador del Celta. Y no fue un tanto más, ya que fue el único que se vio aquella tarde en Balaídos (1-0 al Elche). Antes, este mismo verano, dejó su sello en el amistoso ante el Borussia Dortmund (2-2), que no cuenta de cara a la estadística.

Aunque el ex de Barcelona o Sevilla está gozando de una mayor continuidad que antaño, lo cierto es que en el curso actual tampoco ha estado exento de problemas físicos. A mediados de agosto se vio obligado a parar por una lesión muscular, situación parecida a la que se dio a comienzos de octubre.
Su balance en la 2024/25 es de 13 encuentros y 445 minutos -además de la mencionada diana, repartió una asistencia a Ayoze Pérez en el empate a uno contra el Rayo Vallecano-. Y en cuanto al apartado disciplinario, ninguna tarjeta (ni amarilla ni roja) hasta la fecha, nada que ver respecto a la 2020/21, con una decena de amonestaciones en el torneo doméstico.