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Entrevista Pérez Burrull (2/2): "El VAR está añadiendo más presión a los árbitros"

Pérez Burrull, exárbitro internacional
Pérez Burrull, exárbitro internacionalČTK / AP / Paul White
Alfonso Pérez Burrull, una de las grandes figuras del arbitraje español en la primera década de este siglo, ha mantenido una charla con el Country Manager de Flashscore España, Óliver Domínguez, en la que ha repasado varios aspectos de su carrera y temas de actualidad. En esta segunda parte de la entrevista expresa su opinión sobre el VAR y habla de la polémica acción en la tanda de penaltis de Julián Álvarez.

Hablamos del VAR, ¿cree que su llegada ha sido positiva para el arbitraje? 

Sí, sí, tiene bastante de positivo. Ya me hubiera gustado a mí tener VAR en alguna otra jugada mítica (ríe). Ya me hubiera gustado. Tiene mucho de positivo, pero el problema es hasta dónde hemos llevado el VAR. Creo que el VAR está haciendo que nos fijemos demasiado en las fotos y nos olvidemos de muchas variables que tienen las jugadas, que son intensidad, que es incidencia en el juego de ataque, que es voluntariedad, y eso una foto no te lo da. Entonces, yo creo que hay que repensarlo, porque también el VAR se ha convertido en el primer nivel de protesta. Si te fijas, ya en el partido en sí, cualquier cosa parecida a un penalti en el área, todo el mundo la reclama e incluso vemos muchos jugadores que en vez de levantarse y seguir corriendo, aunque les duela un poco, lo que hacen es pararse y quedarse en el suelo para propiciar que se revise. Yo creo que el VAR no ha venido para intervenir en penaltis, que la mayoría de ellos son opinables, participan y no, y creo que sí que está para otras cosas. Por ejemplo, en el fuera de juego estaba viniendo muy bien el VAR. 

¿Está añadiendo o quitando presión a los árbitros?

Yo creo que está añadiendo más presión. A las palabras me remito. Yo creo que la época con VAR es la época en la que más se está hablando de los árbitros. Yo no tenía VAR, pero tampoco nos confundíamos tanto. Yo creo que el VAR está haciendo que el árbitro sea demasiado tecnócrata, hay veces que el árbitro ve demasiadas fotos y se fija demasiado en el punto de contacto y no en la jugada en sí. Eso, por un lado. Y por la parte de los equipos, lo que te comentaba, creo que el VAR se está convirtiendo un poco en lo de qué hay de lo mío en el área contraria, en reclamar más de la cuenta y esa foto, pues utilizarla también en propio beneficio. Por ahí creo que hay que repensarlo. Tanto a nivel del árbitro como a nivel de fútbol hay que darle mucha más capacidad de decisión al árbitro de campo. 

¿Cree que, con la llegada del VAR, el árbitro principal tiene un poco más de miedo a la hora de asumir riesgos? 

No, no, yo no creo que tenga miedo, porque al contrario, tú sabes que siempre tienes la posibilidad de que te revisen la jugada, razón de más para no tener miedo a la hora de tomar decisiones. Quiero decir, yo nunca tendría miedo porque me equivoque y el VAR me la revise. Al contrario, pues muchas gracias, para eso está, ¿no? Porque yo soy consciente que mis dos ojitos y mis dos piernas igual no me dan para ver todo. Y eso es como tiene que leerse el VAR, no en clave de que el árbitro no toma la decisión porque quiere. No, no, eso lo tienes que tener claro y asumirlo. 

Otra cosa es que el principio que más repite el protocolo VAR es error obvio, claro y manifiesto. ¿Cómo se aplica un error obvio, claro y manifiesto a los penaltis, que en la mayoría de los casos es ‘pa ti sí y pa mí no’? Esa es la clave, yo creo, del VAR. 

El penalti de Julián Álvarez

Recientemente, con el polémico penalti de Julián, Courtois afirmó que era él quien había avisado al árbitro. ¿Puede entrar el VAR por sugerencias de jugadores o entrenadores? 

No, porque una cosa es que el árbitro vaya a la pantalla a verlo, y otra cosa es que desde la sala VAR se está revisando todo. O sea, eso la gente tiene que tener claro, que todo se está revisando. Por eso, se reclame o no, ya hay dos personas que están revisando todas las jugadas. La jugada de Julián me pasa como con el fuera de juego semiautomático, como hemos visto fuera de juego que por un centímetro la tecnología es capaz de percibir ese centímetro y que sea fuera de juego. Pues el otro día la tecnología es capaz de percibir que, entre el golpeo de una pierna y el contacto con la otra pierna, no pasa ni un segundo y es un contacto que pasa desapercibido al ojo humano. Pero obviamente el VAR sabe que cuando un jugador se resbala, no tiene que revisar. Y si lo revisas y tienes la última tecnología, pues ahí tienes el resultado. 

¿Qué opinión le merece esa jugada del penalti de Julián?

El tema del penalti para mí no tiene mucho recorrido. Es simplemente lo que mide la tecnología y la precisión como pasa el fuera de juego semiautomático, que es capaz de filtrar centímetros, y, en este caso, detectar que aunque sea mínimamente el balón le golpea en un pie y luego en el otro. Si no hubiera tecnología sería indetectable, ese es el matiz y de lo demás ya cada uno opina.

Existe la percepción de que en la Liga los árbitros y jugadores hablan más que en otras competiciones, ¿cree entonces esto que es beneficioso? 

Se protesta mucho en un deporte en cuyo reglamento la protesta se sanciona con una tarjeta amarilla, y si son dos, es un partido de sanción, pero sobre todo dejas a un equipo con diez. Yo creo que hay una cultura de la protesta que tiene que acabar. En el momento en que no haya tanta protesta, yo, que soy árbitro, seré el primero en explicarte las cosas. ¿Pero qué ocurre? Entre todos hay una clave en la que yo creo que nadie incide y que a mí me parece la esencia. Entre todos, lo que hay que intentar es que haya muchísimo más tiempo de juego. Los jugadores tienen que saber que todo se revisa. Como todo se revisa, no hace falta que me protesten. Y si te tengo que explicar algo, te lo explicaré. Pero no podemos estar permanentemente parando el partido para hablar de jugadas. Es que es imposible. 

El gran error de su carrera... y su gran recuerdo

Hablamos ahora ya del Pérez Burrull árbitro. ¿cómo enfocaba los partidos y el arbitraje cuando estaba en activo? 

Bueno, yo lo enfocaba como una actividad que empecé con 15 años, que era lo que más me gustaba del mundo y lo que quería era disfrutar de mi trabajo. Yo todo lo que hacía era tener capacidad de concentración. Tenía mis rutinas. Yo tenía claro que no quería, por ejemplo, sacar tarjetas por protestar a nadie. Yo siempre intenté que lo que es el componente de autoridad se ganara en base a tener buen humor, a tener buen rollo, aunque a veces no lo parecía desde fuera, y a llevarme bien con los jugadores. Y sobre todo a disfrutar, a correr mucho en un campo, a pararse lo menos posible, a estar concentrado en la colocación y a saber que todos los equipos y todos los partidos son iguales e igual de importantes.

¿Tiene algún consejo para árbitros jóvenes que van subiendo? 

Mi consejo es que sobre todo trabajen mucho más el don de gente, la capacidad de interactuar con los jugadores y que eso no está exento de la firmeza que tiene que tener un árbitro. Quiero decir, a veces, igual es que soy un poco mayor, pero te lo resumo: a veces, menos reglamento en la mano y más reglamento el partido por el prado, ¿no? Y que nunca dejen que nadie les falte el respeto. Ese siempre es mi consejo.

¿Recuerda algún partido en el que sintiera que, poco después de pitar una jugada, se había equivocado y ya no podía dar marcha atrás? 

Sí, sí, claro. Incluso en el mismo partido también. Hay veces que tomas una decisión y enseguida ves algo ahí que te dice que aquí algo ha fallado. Pero como eso sabes que es una parte de tu trabajo, rápidamente te la quitas de la cabeza. Lo pasas mal porque obviamente estás deseando que salga todo bien, porque el árbitro al final lo que quiere es acertar, que no se engañe a nadie. Mi trabajo es acertar. Y con todo lo que sea acertar, soy feliz. Cuando no acierto, no soy tan feliz. Pero también sé que el error le voy a tener siempre. Que no caes nunca en el error de valorar una acción porque tenga más o menos repercusión mediática. Ese sí que es un error. Que las acciones son las mismas y tú tienes que trabajar para mejorar, no tienes que darle un tratamiento diferente a una jugada porque salga más por los medios.

¿Qué jugador diría que fue el más difícil de arbitrar o de pitar? 

No, no tengo ninguno. Yo creo que yo no me he llevado mal con ningún jugador. O por lo menos que yo sepa. Igual ellos se han llevado peor conmigo, pero yo creo que los jugadores, casi en la totalidad de los que yo he conocido, independientemente de que hubiera alguno que protestara más o se quejara más, son gente deportista, gente muy sana, gente con la que te llevas bien. Creo que hay mucho mejor relación entre árbitro y jugador de lo que a veces se transmite. 

¿Y alguno que recuerde por ser muy fácil de arbitrar, por la razón que sea? 

No, te aplico lo mismo. Mira, yo tengo una foto siempre en el recuerdo, y era cuando pitaba un Madrid-Barça, y tenías a Raúl y a Puyol de capitanes de sus equipos. A mí me parece que son dos jugadores que eran una gente estupenda. Eran los líderes de sus equipos, y si te tenían que decir algo, te lo decían. Pero era gente, por encima de todo, muy respetuosa. Y a mí creo que los valores que tenían ambos, y encima siendo los capitanes de los equipos, digamos, que ganaban más títulos, pues a mí esa foto sí que me gustaba. 

Muchos árbitros tienen jugadas, momentos que son recordados, ya sea por errores o aciertos. Y en su caso, por ejemplo, está esa acción con Juanfran que fue expulsado con Osasuna ante el Real Madrid. ¿Cómo vivió esa situación en el momento y cómo la afectó posteriormente? 

Pues mira, esa situación la viví mal, mal. Y es un poco lo que preguntabas antes. Yo he pitado un penalti y el linier me ha corregido, y no es que yo le eche la culpa a la gente, pero el asistente me ha corregido insistentemente diciendo que se había tirado. Yo recuerdo como si fuera hoy cuando pito penalti a favor de Osasuna. Y oigo por el intercomunicador, “no, no, no, no, se tira, se tira, se tira, se tira”. Y te quedas bloqueado, ahí sí que hay un momento que te bloqueas porque dices, joder, si yo he visto penalti. Pero claro, cuando un asistente interviene con tanta vehemencia y sobre todo para ‘despitar’ algo que ya está pitado, eso cuando lo haces porque tiene el mil por mil de seguridad, entonces tengo que hacerle caso. Y de la misma forma que le hice caso, pues yo no las tenía todas. ¿Qué ocurre? Que encima era una segunda amarilla. Porque no es que me dijera que no hay penalti, es que me dijo que se tiraba, porque yo puedo no pitar un penalti pero no amonestar, y en este caso sí que me insistió en que se tiraba. Luego ves la jugada y le pisa, realmente le pisa. Y te quieres morir, porque encima es una jugada que le ocurre a Osasuna en el campo del Madrid. Y claro, quitarle a esa jugada la variable de que siempre beneficiamos a los grandes era imposible, yo sabía que eso era imposible. A mí me fastidió porque creo que fui el primer inquilino de la nevera, porque había mucha solicitud de que había que sancionar a los árbitros. Entonces me tocó a mí el primero, y fue otra parte más del currículo. Y porque de ahí pasas, aunque más o menos eres conocido, no eres mediático, a ser demasiado mediático. Y a mí me costó mucho quitarme ese foco que yo sentía más de la cuenta cuando luego tenía que arbitrar. Lo que más me gustó aquí fue el jugador y lo que hablé con él, ya que lo hablamos y lo entendió. Y por ahí no hubo ningún problema. 

¿El mejor recuerdo que tiene como árbitro? 

Pues mira, yo tengo dos. Uno, la final de la Copa del Rey. Porque cuando pitas la final de la Copa del Rey es cuando ya cumples el sueño, porque es la única final que puede pitar un árbitro en España. Y luego tengo otro bonito, que es un poco más exótico, que es la final de la Copa de Egipto. Porque son de esos momentos de tu vida, más allá del arbitraje, que te lleva a un país precioso, que por la mañana vas a ver las pirámides, vas a ver la Esfinge, y por la tarde vas a arbitrar, y por la mañana haces un paseo por el Nilo, y por la tarde o noche, vas a arbitrar. Y equilibrar todo eso en un mismo día a mí me parece una sensación maravillosa. 

¿A qué se dedica en 2025?

Bueno, yo tengo una empresa de equipamientos hoteleros. Yo vendo, sobre todo, camas. Descanso. Cuando estaba en activo, como nunca fuimos profesionales 100%, la empresa siempre la mantuve, o sea, le daba algún disgusto con algún penalti, pero luego hacía que la gente durmiera bien y descansara. O sea, que fue ahí lo que pensaba. Y ahí seguimos. La mitad del tiempo dedicado a la labor de asesor en Radio Marca, y la otra mitad pues con una empresa que, desde Cantabria, nos dedicamos sobre todo turismo rural, suministramos equipamiento turístico a hoteles. De hecho, hoy me coges por la comarca de Liébana, por Potes. 

Muchísimas gracias por la entrevista, Alfonso, ha sido muy interesante.

Pues me alegro mucho de que te haya gustado y nada, ahora ya pues eso, cafetín y a vender colchones. Un abrazo y encantado.