En una entrevista que puedes escuchar en los descansos de los partidos que se narran en la app de Flashscore, este sevillano de nacimiento formado en la cantera del Real Madrid y de Osasuna, tiene muchas historias y vivencias que contarnos.
¿Dónde está y a qué se dedica actualmente, Gerardo? Actualmente estoy en Logroño, donde monté una academia de fútbol para niñas y niños llamada Academia Tikitaka, que este año ha cumplido 10 años. Además, llevo dos años entrenando a un equipo de Tercera RFEF, la Oyonesa, y también participo en talleres de reminiscencia para enfermos de Alzheimer relacionados con el fútbol, en colaboración con la Asociación de Veteranos del Club Deportivo Logroñés. Es un proyecto de la Liga y de la FEAD y yo soy el encargado aquí de dar esas charlas, esas sesiones a personas con ese deterioro cognitivo, que me pilla muy de cerca porque desgraciadamente mi padre pasó esa enfermedad y lo vivimos. Es uno de los proyectos que, fuera del fútbol, aunque vinculado al fútbol, es de los que más ilusión me hace.
¿Qué es lo que más le llena de todo lo que hace relacionado con el fútbol?
El reconocimiento de la gente y los recuerdos con los compañeros de los equipos en los que he estado. En el día a día no tenemos relación, pero cuando yo me encuentro a un excompañero de cualquier equipo, porque al final yo he jugado en 14, 15 equipos, el abrazo es muy sentido y hay mucha nostalgia. Yo estoy en muchos grupos de whatsapp de exjugadores, pero el más activo, siempre lo digo, es el del Málaga, todos los días siempre se comenta algo y por eso salieron las cosas tan bien allí. Es, yo creo, que el sitio del que más recuerdo guardo.
¿Cuál es su mejor recuerdo de su carrera futbolística?
Recuerdo especialmente los primeros momentos, como cuando salí con 12 años de Logroño a Osasuna. Teníamos ahí, sobre todo en Osasuna, una quinta con López Vallejo, César Palacios y yo que conseguimos cosas con la selección española sub-16, sub-17, sub-18. También jugar una final de Champions con el Valencia, a pesar de la derrota, es un orgullo. Y el único título que tiene el Málaga, que es la Copa Intertoto, pues ahí estábamos también.
¿Era otro fútbol el de su época? ¿Hasta qué punto ha cambiado? Sí, ha cambiado mucho. Lo noto, por ejemplo, en mi colección de camisetas. Las de antes eran mucho más grandes que las de ahora, que son más entalladas. En las camisetas que tengo yo de antes entran tres Gerardos de ahora. Y luego, el cambio más significativo es la velocidad y la preparación actual, así como los medios de control. Ahora todo está mucho más controlado, aunque siguen saliendo buenos jugadores y va a seguir así.
¿Qué opina sobre el partido del Villarreal-Barça que se iba a jugar en Miami y los cambios en el fútbol moderno?
Ahora, desgraciadamente, priman más los aspectos económicos y se piensa menos en el jugador. Antes era impensable jugar partidos de Liga fuera de España. Después, claro, las empresas dirán sí, pero ¿y cómo cobran esos jugadores? Estamos viendo que a este paso va a haber partidos lunes, martes, miércoles, jueves, viernes... bueno, ya los hay, pero con más asiduidad. Parece que harán falta plantillas más grandes, como en el fútbol americano.
¿Sigue el fútbol de primera línea o solo se centra en su equipo?l
Lo que más me importa ahora es mi equipo, pero no te voy a engañar, veo mucho fútbol, tanto en la tele como en categorías inferiores. Me gusta la base y creo que desde ahí se puede ayudar más a los chavales. Evidentemente, todos queremos entrenar al máximo nivel, ¿no? Pero no hay cabida para todos. Me gusta ver fútbol, sacar conclusiones y eso es mi día a día.
¿Quién es el entrenador que más le marcó en su carrera?
Me quedaría con Joaquín Peiró en el Badajoz y en el Málaga, por su manera de gestionar todo, no solo la táctica, y que creo que fue el que me sacó mi mejor versión. Y después, Juanma Lillo, que me hizo entender mejor el juego y las posiciones. Pero sin olvidarme de cada uno de los que he tenido, como Rafa Benítez, Cúper, Juande Ramos, Lotina, Agustín Abadía. Es que hay muchos.
Ahora que tiene una academia, ¿han cambiado los valores en la formación de fútbol o siguen siendo los mismos?
En nuestra academia intentamos que no se olvide lo que aprendí desde pequeño, sobre todo con mis hermanos, como el juego de la calle, el uno contra uno y el intentarlo, que no pasa nada por perderla. Ahora hay menos jugadores de ese estilo, esos Vinicius, esos Lamine esos, sobre todo Neymar. O igual yo me acuerdo mucho de esos centradores, de los jugadores tipo de banda, como Vicente o Kily González. Bueno, esos jugadores me gustaría que volvieran. A eso nos dedicamos también, a intentar que los niños y las niñas lo intenten y vayan pasando etapas.