El Betis está de enhorabuena viendo que la evolución de Isco está siendo la esperada. La grave lesión que sufrió en pretemporada, precisamente en su regreso a La Rosaleda, que le volvió a romper el peroné izquierdo, fue un duro palo para él, por volver a tener que parar durante unos tres meses, y para el equipo, porque perdía a su mejor hombre, el que hace mejores a los demás repartiendo magia cada vez que el balón pasa por sus pies.
El siguiente paso, uno importante, lo ha dado este primer día de noviembre, en la víspera del enfrentamiento de los verdiblancos con el Mallorca, cuando Isco ha saltado al césped vestido de corto para realizar parte del entrenamiento junto a sus compañeros.
Ha recibido incluso la felicitación por parte de Manuel Pellegrini, su principal valedor y el entrenador que ha sacado lo mejor de él. Y, por supuesto, ha debido pasar por el pasillo de las collejas como bienvenida del resto.
Si todo va bien y su cuerpo aguanta la creciente carga de trabajo a la que irá siendo sometido, desde el Betis consideran que podría reaparecer tras la siguiente ventana internacional, cumpliendo así con los plazos previstos. Sería contra el Girona cuando podría volver a jugar el 23 de noviembre.

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