Este martes fue presentado Álvaro Carreras (22) como nuevo jugador del Real Madrid. El futbolista español, producto de La Fábrica merengue, se mostró muy ilusionado con este desafío que le vinculará al club hasta el 30 de junio de 2031 y se puso a disposición del entrenador para todo lo que requiera.
"En el club de mis sueños jugaré donde haga falta y lo dejaré todo por esta camiseta", aseveró el ex del Benfica durante la rueda de prensa posterior a su puesta de largo, celebrada en la Ciudad Deportiva de Valdebebas.
Todo fueron buenas palabras. El caso es que el ferrolano llega con el objetivo de cubrir un rol muy específico en el esquema de Xabi Alonso: el de lateral izquierdo (carrilero en defensa de cinco si el tolosarra lo desea).
Ahí comienza el problema. Ahora mismo, con este fichaje, unido a la presencia de Fran García (25) y Ferland Mendy (30) en la plantilla blanca, son tres los defensores zurdos de los que dispone el técnico vasco. Además, todos ellos disponen de varios años de contrato todavía.
Atasco en el lateral
La mencionada situación provoca un pequeño embotellamiento de efectivos en una posición en la que se suelen realizar pocos cambios durante los partidos, lo que podría provocar la salida de alguno de los hombres que estaban en el Madrid antes que Carreras, aunque ninguno quiera marcharse.
Sobre el papel, Fran debería partir con algo de ventaja para quedarse, puesto que su desempeño (incluido un gol y una asistencia) en el Mundial de Clubes, donde lo jugó todo, ha gustado bastante, aunque siga dejando algunas dudas en la faceta defensiva.
Sin embargo, al español sería algo más sencillo buscarle destino, aunque fuera en forma de cesión, que a un Mendy al que las constantes lesiones únicamente le han permitido disputar 11 minutos (en la final de la Copa del Rey contra el Barcelona) en los últimos cuatro meses.
Desde luego, una vez que el capítulo de llegadas se va completando, en la Casa Blanca necesitan comenzar a pensar en decir adiós a algunos futbolistas con el fin de terminar de confeccionar una plantilla que volverá a tener la máxima exigencia, como cada temporada.