Las Palmas agitó por completo la zona baja de la clasificación tras conseguir los tres puntos en el estadio de Gran Canaria ante el Atlético de Madrid.
Complicó el redebut de Caparrós, que comenzó su cuarta etapa en el Sevilla con la obligación de ganar si no quería que los suyos se metiesen de lleno en la pomada de la lucha por la permanencia. Los babazorros comenzaron el partido en la 18ª posición y marcaban la zona roja con 30 puntos, a dos de la salvación.
Ramón Martínez y Peque fueron las principales novedades en el conjunto hispalense. Coudet apostó por su 11 tipo y pudo hacer mucho daño en los primeros minutos.
El obrero del gol le rompe la partitura a Caparrós
El Alavés no se amedrentó por la vuelta del hijo pródigo a Nervión. Se esperaba mucho ímpetu de los locales, pero los vitorianos aprovecharon para que los murmullos se justasen con las protestas hacia el palco y le entrasen los nervios a Nyland. La primera la tuvieron los visitantes mediante una buena combinación que comenzó Joan Jordán por la derecha y acabó con un remate de Guridi que rozó el poste.
Las dudas inundaron el Sánchez Pizjuán, pero Caparrós tuvo clarísimo qué notas debía tocar para que el sonido de viento se convirtiese en la percusión característica de la afición sevillista. Agoumé pisó campo contrario y puso un balón con música para que Peque, de cabeza y entre los centrales albiazules, lo cruzase ante Sivera y desatase la locura.
El toque de entrenador ya había surtido efecto y los ánimos ya eran antagónicos a los del inicio del partido. La contundencia en las áreas castigó a un Alavés que, a los puntos, no merecía ir perdiendo el partido.
En los instantes finales, el entrenador sevillista comenzó a jugar al límite para mantener la ventaja al descanso, sin embargo, Kike García le aguó la fiesta. Jordán le ganó la espalda a la defensa sevillista tras un despiste en un saque de banda para después encontrar a Carlos Vicente dentro del área, que no dudó en disparar a puerta. El chut salió muy desviado, pero el punta conquense superó con creces su duelo particular con Badé para empatar el partido en el descuento de la primera mitad.

El Alavés asusta seriamente al Sevilla
Los vascos comenzaron de la misma manera que en el primer tiempo. La afición sevillista empezó a ponerse nerviosa con la actitud defensiva de los suyos, que se echaron atrás con la intención de ganar el partido al contragolpe.
Ejuke se marchó para darle entrada a Saúl, pero el cambio perjudicó el desequilibrio de la delantera andaluza. Los visitantes embotellaron aún más al Sevilla, que hasta la salida de Suso no pudo controlar el juego.
El partido estaba roto y podía llevárselo cualquiera. La sucesión de jugadas que caracterizó esta segunda mitad la protagonizaron Carlos Martín y Lukebakio. El del Alavés pudo adelantar a los suyos y sentenciar al Sevilla en una ocasión clarísima, pero tan solo un minuto después, el belga se encontró absolutamente solo delante de Sivera. El guardameta sacó una mano milagrosa para que los suyos respirasen en una ocasión que el '11' sevillista no suele perdonar.
Suso, el más activo de la segunda mitad, la tuvo en el último segundo para ganar el partido, pero la mandó fuera tras una maniobra de mucha calidad. Pinalmente el partido acabó en tablas y ambos se marcharon a casa con un sabor amargo.

Jugador Flashscore del partido: Kike García (Alavés)