Es algo habitual que si las cosas van bien y ambas partes, en este caso, club y entrenador, están cómodas, se hable de una renovación. Sin embargo, las prisas no suelen ser buenas consejeras y lo que es hoy es blanco mañana puede ser perfectamente negro y viceversa. Basta el ejemplo del arrollador comienzo de temporada que parecía indicar un paseo triunfal hacia el título de Liga... al que siguió un bache de más de un mes que les hizo caer a la tercera plaza de LaLiga.
Por eso el primero en no hablar de nada más que del presente es el propio Hansi Flick. Pero en la misma sintonía, aunque le gusta trabajar en silencio, está Deco, el gran artífice de la llegada del alemán. "Aquí vamos demasiado rápido en todo. Pasamos de la euforia a la desesperación en un minuto. Las cosas van bien y otros entrenadores han pasado esto, es una secuencia natural de un proyecto que funciona. Hemos ganado un título, las sensaciones son buenas. Lo más importante es que el socio lo desea. Nosotros también estamos muy contentos con el trabajo que se está haciendo y si todo sigue así, trabajaremos para que siga muchos años. A partir de aquí, ya llegará el momento, pero no es ahora una prioridad ni para nosotros ni para él", ha asegurado el director deportivo del Barça en una entrevista en el diario Sport.
Lo que sí está claro es que la sintonía entre ambos es perfecta y que el portugués está encantado con su técnico. "Sabíamos lo que buscábamos con Flick y es lo que está sucediendo. Es un entrenador que gestiona muy bien a los jugadores, el vestuario. Tenemos una plantilla con jugadores muy jóvenes, otros veteranos, hay de mediana edad. Hay un desequilibrio, es una gestión difícil y él lo está haciendo muy bien".
Los números de Hansi Flick
Tras 23 jornadas de Liga dirigidas por el preparador germano, el Barça ha ganado en 15, empatado en tres y perdido en cinco, con un balance goleador de 64 a favor y 25 en contra. Todo ello, según datos y análisis de Opta para Flashscore da como resultado un equipo muy ofensivo, el mejor en esta faceta de toda Europa, y que se basa en una defensa muy adelantada, casi a la altura del medio campo, para ahogar con la presión de los hombres de arriba la salida de balón del rival. Eso le permite robar en zonas cercanas al área contraria y disponer de más oportunidades de generar ocasiones de gol a pesar de los evidentes riesgos que se corren atrás.
Su porcentaje de victorias en la competición española es del 65,2 % con una media de 2,1 puntos por partido.