El Barça ya había demostrado esta temporada, con derrotas en casa contra el Leganés y Las Palmas, que no era infalible, y que la complacencia había sido su enemigo en esas ocasiones.
Quizá por eso, el 4-1-4-1 del Barça, ligeramente modificado, tenía a Marc Casadó como pivote defensivo, al menos al principio.
De hecho, como muestra el siguiente gráfico, a pesar de que su posición media le situaba justo delante de sus cuatro defensas, como dictaría el papel de pivote, la superioridad del Barça en este partido hizo que su línea defensiva se situara en o alrededor de la línea de medio campo, lo que significaba que el centinela de Casadó estaba a menudo bien dentro de la mitad del campo de la Real Sociedad (está ligeramente tapado en el círculo central -número 17- en el gráfico de abajo).

Esta línea increíblemente alta ha demostrado ser una estrategia de alto riesgo, que también ofrece una alta recompensa, de la que Hansi Flick no se desviará, incluso si ha sufrido algunos resultados inesperados en la campaña 2024/25.
Pronto quedó claro que el Barça disfrutaría de cierta libertad en su juego contra el equipo de Imanol Alguacil, lo que le permitió adoptar rápidamente su idea basada en la posesión con relativa facilidad. Los locales tuvieron el balón el 83,2% del tiempo entre los minutos 15 y 30, precisamente cuando el técnico donostiarra esperaba reorganizar su once tras la temprana expulsión de Aritz Elustondo.
Las cosas tampoco mejoraron en ese sentido en los primeros 15 minutos de la segunda parte, ya que el Barça siguió jugando con su desinflado rival y manipuló sus estadísticas de posesión hasta alcanzar un máximo del partido del 91,2%.
Si hay algo que Flick ha añadido a esos carruseles de pases a los que nos tiene acostumbrados el Barça, es una increíble ferocidad e intensidad en su presión desde todas las zonas del equipo. Por ejemplo, Casadó, desde el mediocampo defensivo, realizó 14 entradas en el último tercio del campo, y eso sólo lo superó Pau Cubarsí, un central.
De hecho, la presión a la que los blaugranas han conseguido someter a los equipos rivales en medio campo, al tiempo que destacaban por sus pases en espacios tan reducidos, ha sido a menudo una delicia para Flick de cara a reforzar su idea.

Desde la perspectiva del Barça, sólo Raphinha bajó del 80% de precisión en el pase. Dani Olmo, con 38 pases, y Robert Lewandowski, con 24, dieron menos que el brasileño, con 41 pases totales. Sin embargo, el portero de la Real, Álex Remiro, fue con diferencia el que más pases dio de su equipo y, con 45, cuatro más que Raphinha. Un ejemplo de dónde estaba el balón jugándose más tiempo.
Aunque la Real Sociedad tuvo más de media docena de jugadores con una precisión de pase superior al 80%, merece la pena ponderar que sólo dos de sus jugadores de campo realizaron más de 20 pases.
El alabado Martín Zubimendi, un objetivo a largo plazo del Arsenal, dio sólo 13 de un total de 20 toques de balón, mientras que el único jugador visitante con un 100% de acierto en el pase -Jon Olasagasti- fue retirado por su entrenador una vez que el árbitro mostró la tarjeta roja a Elustondo.
Los visitantes simplemente no pudieron salir de su propio campo durante largos periodos, y gran parte del ataque del Barça -40,4%- se produjo por la banda derecha de Lamine Yamal. 22 interacciones entre el joven jugador y Jules Koundé fue la mayor cantidad de ambos equipos, con Frenkie de Jong (15) y Pedri (10) también eligiendo la mayoría de sus balones en dirección al excitante jugador de 17 años.
Esto explicaría en parte el gráfico del mapa de calor que figura a continuación.

El Barcelona fue, de hecho, una amenaza constante en todos los tercios ofensivos del campo, incluido el 29,9% por la izquierda, donde las 18 interacciones de Casadó con Gerard Martín se convirtieron en una característica cuando los anfitriones cambiaron el juego al lado contrario.
Una prueba más de la implicación de estos jugadores en la punta de ataque. Y no puede ser una coincidencia que ambos acabaran marcando sus primeros goles con el club. Dani Olmo asistió a Martín para que abriera el marcador, y fue una de las cinco ocasiones creadas por el español en el partido, la mayor cantidad junto con Lamine Yamal y De Jong.
Otra asistencia de Olmo, esta vez a Casadó, sentenció el partido para el Barça antes de la media hora, y fue también el gol número 33 del club catalán en la primera parte de sus 26 partidos de LaLiga esta temporada, más que ningún otro equipo de la máxima categoría española.
Hasta el más ferviente seguidor de la Real Sociedad habría admitido que el partido ya estaba sentenciado en ese momento, por no mencionar que el equipo de Alguacil ni siquiera había disparado a puerta. De hecho, ningún disparo en todo el partido fue el total más bajo de cualquier equipo en cualquier partido durante la actual temporada de LaLiga y, como resultado, el cuadro txuri-urdin se convirtió en el segundo equipo en la era Opta (desde 2003/04) en no tener ni un solo disparo contra el Barcelona en un partido de LaLiga.
Por el contrario, el Barcelona intentó 33 disparos, que es el total más alto en cualquier partido de la máxima categoría española en 2024/25.
Por si esta estadística no fuera suficiente para demostrar lo pobres que fueron los visitantes, su único toque en el área del Barça fue el menor en un partido de LaLiga en los últimos 15 años.

Esto permitió a los laterales del Barça adelantarse y acribillar el área rival con centros. 18 para ser exactos, una cifra superior a su media de la temporada (17,6).
Ronald Araujo también disfruta jugando contra la Real. Aparte de sus 56 pases precisos con un 94,9% de acierto -el segundo más alto de la jornada para los jugadores del Barça que han hecho 50 pases precisos o más-, su gol en el minuto 56 fue su primero en LaLiga desde el 4 de noviembre de 2023, también contra la Sociedad.
En definitiva, sea cual sea la métrica con la que se analice el partido, la Real Sociedad recibió una paliza absoluta.
El Barça sigue adelante, y seis victorias consecutivas en liga en una racha de 15 partidos invicto en todas las competiciones debería ser una advertencia para el resto de la liga española y más allá.