La zona de creación del Real Madrid está definida. Jude Bellingham, que firmó un temporadón en su primer curso como merengue (marcó 23 goles y ofreció 13 asistencias), el eterno Luka Modric, Dani Ceballos (lesionado) y Brahim como alternativa definen la pizarra de Ancelotti.
Arda Güler (19), que venía de realizar una gran Eurocopa con Turquía, queda relegado, en ese contexto, a un cuarto o tercer plano. Partidos de Copa o encuentros de Liga en los que el Real Madrid necesite darle descanso a los titulares serán la oportunidad de un centrocampista de buen pie que no ha logrado obtener regularidad.
Aunque sobre el papel ha disputado 31 partidos (la mayoría como suplente), Güler ha aportado tres goles y cinco asistencias, una estadística favorable para un suplente.
Su calidad no pasa desapercibida y varios clubes del viejo continente ven con buenos ojos su incorporación. El AC Milan contempla desde hace varios mercados realizar una operación similar a la ejecutada años atrás con Brahim: pedir la cesión del turco por dos temporadas y aprovechar sus cualidades. El Inter, que tiene en su agenda fichar a un volante creativo, tampoco descarta a Güler.
Nico Paz, a diferencia de Güler, decidió probar suerte. El argentino quería más minutos y era consciente de la situación ofensiva del Real Madrid. Sus oportunidades iban a ser reducidas. Se marchó al Como de Cesc y es una de las revelaciones de la Serie A. Paz suma 26 partidos, seis goles y cinco asistencias en el Como y atrae la atención del Inter.