Aún habrá que afrontar el duelo contra Italia para decidir cuál será primera de grupo, pero lo que tiene claro Santi Denia (51), el seleccionador, es que hay que mejorar. Y se puede, comenzando con él. "Tengo que mejorar mi mensaje porque sabíamos de la dificultad del partido", ha dicho haciendo autocrítica.
A partir de ahí, eso sí, también se pueden sacar conclusiones más positivas. Como que esta España sub-21 no se rinde nunca. "Tengo que poner en valor la constancia del equipo, ha seguido luchando durante todo el partido y eso en un campeonato de Europa es muy importante. En el minuto 85 íbamos perdiendo, y el equipo ha seguido hasta el final".
Un logro que le permite incidir en el buen rollo que hay en el vestuario, donde los que entran y los que salen, como Jauregizar y Roberto Fernández, muestran un gran nivel. "En la vida la suerte es trabajo, trabajar muchas horas, rodearte de buenos profesionales. Es muy importante el ambiente de familia que se ha creado en esta selección".