Miles de Manchester United y Tottenham Hotspur ya están en tierras vascas para disfrutar de un encuentro que, sea cual sea el resultado, no se olvidará por mucho tiempo en Inglaterra. Los de Rúben Amorim dejaron por el camino al Athletic Club de Bilbao, privado de ejercer como anfitrión en casa, y los londinenses hicieron lo propio ante el Bodø/Glimt.
"San Mamés es una de las cunas del fútbol español y su 'catedral', con más de un siglo de historia, ha sido testigo de noches memorables. Y esta, sin duda, será una de ellas. Un escenario a la altura de los grandes acontecimientos europeos. Esta final es mucho más que un partido. Es una celebración de la excelencia deportiva y de los valores que hacen del fútbol un lenguaje universal: esfuerzo, respeto, entrega y superación", indicó Louzán.
El gallego, ilusionadísimo, agregó lo siguiente: "Esta noche tenemos el privilegio de contar con dos clubes emblemáticos de la Premier League y del fútbol mundial. Estamos seguros de que sus dos grandes aficiones disfrutarán con deportividad de un partido memorable. Desde la RFEF damos la bienvenida a ambas delegaciones y les deseamos lo mejor. Que vivan esta final con intensidad y orgullo, y que nos regalen una noche que recordaremos durante años".
"Gracias a UEFA y en particular al presidente, Čeferin, por confiar una vez más en España. Y gracias a Bilbao, a sus instituciones y a los bilbaínos, por su esfuerzo y hospitalidad", concluyó el mandatario de la RFEF, quien recibió a su homólogo de la UEFA después de haber visitado la sede de la Federación Vasca de Fútbol.