En condiciones normales, esta afirmación no tendría nada de particular, pero si se tiene en cuenta que el United ocupa la 15ª posición en la liga inglesa y los Spurs la 16ª, la cosa cambia.
Para dar un poco más de contexto, ningún equipo que compite en la final desde que la Copa de la UEFA fue rebautizada en la temporada 2009/10 ha terminado por debajo del 12º puesto en su respectiva liga.
El Fulham perdió la final de 2010 y el Sevilla la ganó en 2023, ambos en el puesto 12º, por lo que la final de esta temporada será inédita.
Europa ha dado un respiro a United y Spurs tras sus fracasos en la Premier League
En muchos aspectos, las respectivas estancias europeas del Manchester United y de los Spurs han ofrecido un respiro a las tribulaciones nacionales, por lo que no se puede exagerar la importancia de la final de este año.
Una final europea que será el sexto enfrentamiento íntegramente inglés tras la Copa de la UEFA de 1972 (Tottenham contra Wolves), la Liga de Campeones de 2008(Chelsea contra Manchester United), la Europa League de 2019 (Arsenal contra Chelsea), la Liga de Campeones de 2019 (Liverpool contra Tottenham) y la Liga de Campeones de 2021 (Chelsea contra Manchester City).
El vencedor de este año se garantizará además el acceso a la Liga de Campeones la próxima temporada, con el consiguiente beneficio económico, mientras que su presencia en la máxima competición europea será la primera vez que seis clubes de la Premier League participen en la competición en la misma temporada.

Aunque el United se vio por detrás en el marcador el jueves por la noche a causa de un golazo de Mikel Jauregizar, del Athletic Club, las tornas cambiaron cuando el suplente Mason Mount igualó la contienda y puso a los Diablos Rojos 4-1 arriba en el marcador global.
Su épico disparo lejano en el tiempo añadido puso la guinda a una excelente actuación y significó que Mount se convirtiera en el primer suplente que anota un doblete en una eliminatoria europea para el United desde que David Beckham lo hiciera contra el Real Madrid en los cuartos de final de la Liga de Campeones en abril de 2003.
Los visitantes no supieron aprovechar sus ocasiones en Old Trafford
A pesar de no haber podido reunir a sus tropas en la Premier League, Rubén Amorim estará encantado por el hecho de que su equipo (antes Erik ten Hag's, por supuesto) esté invicto en sus 14 partidos de la Europa League esta temporada (W9 D5). Es el equipo que más partidos ha jugado en una campaña europea sin perder.
El portugués también se ha convertido en el primer entrenador en llegar a una gran final europea en su primera temporada a cargo de un club inglés desde Thomas Tuchel con el Chelsea en la Champions League 2020/21, y el segundo en hacerlo para el Man United después de José Mourinho en la Europa League 2016/17.
Tanto el Athletic Club como el United dispusieron de 11 disparos en el partido disputado en Old Trafford, aunque los visitantes solo acertaron uno a puerta en su gol. Eso, en última instancia, fue la historia del partido, ya que las estadísticas de pase y posesión fueron razonablemente iguales, al igual que los 19 regates exitosos de los locales frente a los 18 del Athletic.

A la hora de repasar lo que falló su equipo, Ernesto Valverde destacará algunas cosas.
Para empezar, no aprovecharon nada de los 27 centros al área (el United sólo tuvo cinco), e interceptaron pases en 21 ocasiones y, sin embargo, no pudieron construir nada parecido a un ataque peligroso.
Al final, los Diablos Rojos se metieron en la final para enfrentarse al Tottenham, un equipo al que no han ganado en los últimos seis partidos y que también les eliminó de la Copa Carabao a principios de temporada tras una épica goleada de siete tantos.
La final de la Europa League promete goles a raudales
A menos que ambos entrenadores se muestren cautos en la final, los goles estarán garantizados. En 12 de los últimos 14 enfrentamientos se han marcado al menos dos goles, y en nueve de ellos se han visto tres o más.
Ange Postecoglou ha declarado a menudo que siempre gana un trofeo en su segunda temporada, y ahora está a sólo 90 minutos de hacerlo. Sin embargo, el comentarista Paul Robinson ha lanzado una advertencia antes de la final.

"Si el Tottenham no gana, no seguirá al frente del equipo la próxima temporada", declaró Robinson tras el partido contra el Bodo/Glimt. "Toda la temporada de Ange Postecoglou y su carrera en el Tottenham dependen de ese resultado. No se puede subestimar lo importante que es ese partido".
Aunque Dominic Solanke tardó hasta el minuto 63 de su semifinal en calmar los nervios, los del norte de Londres, al igual que el United, nunca estuvieron realmente en peligro de caer eliminados. El remate especulativo de Pedro Porro, que se coló por el segundo palo en el 69, no hizo más que dar lustre al marcador global.
El gol de Porro fue también el primero de un jugador de los Spurs fuera del área en competición europea desde el de Son Heung-min contra el Manchester City en los cuartos de final de la Liga de Campeones 2018/19.
Mayor número de victorias de los Spurs en una sola campaña europea
La victoria le valió al Tottenham su novena victoria en la Europa League esta temporada (D3 L2), que es su mayor número de victorias en la misma campaña en una gran competición europea, y le dio victorias consecutivas fuera de casa en Europa por primera vez desde noviembre de 2013.
El 31,3% de posesión en los 90 minutos no le habrá gustado a Postecoglou, pero los anfitriones se mantuvieron a raya con relativa facilidad, como atestiguan sus dos disparos a puerta.
Si nos fijamos en otros parámetros del partido, se nos perdonará que nos preguntemos cómo es posible que Bodo/Glimt no llegaran a la final de Bilbao. Lo importante era el resultado.

En efecto, los libros de historia mostrarán al Tottenham en la final a costa del Bodo/Glimt, a pesar de que este último tuvo más del doble de pases que su rival (600 contra 257), casi el triple de pases precisos (518 contra 188) y 21 centros al área.
La tenacidad del conjunto de la Premier League en la noche vio un tipo diferente de juego de los Spurs, y tal vez uno que es anatema a lo que suelen jugar bajo Postecoglou. El hecho de que obtuvieran un buen resultado sugiere que un ligero cambio de táctica era exactamente lo que había que hacer dadas las circunstancias.
A los seguidores de los Spurs les encantaría celebrar su primer trofeo de cualquier tipo desde la final de la Copa de la Liga de 2008, mientras que el United necesita levantar el trofeo por razones totalmente distintas.
Precisamente por eso, la final de la Europa League de 2025 será un partido decisivo.
