Puede sonar a tópico decir que, para construir una plantilla ganadora de trofeos, hay que enviar al desierto a un grupo de atletas potencialmente malcriados, dejarles que se enfrenten a todos los temidos desafíos del lejano norte y, una vez que los recojas de nuevo, se convertirán en un grupo de trabajadores motivados para dar su brazo a torcer y ayudar a sus compañeros.
Es probable que la mayoría de los equipos europeos se muestren reticentes a adoptar esta estrategia, pero la fórmula ya ha funcionado a las mil maravillas con el entrenador mental del F.C. Midtjylland, B.S. Christiansen, antiguo soldado de élite y versión danesa de Bear Grylls, no sólo cuando trabajaba en el club de Jutlandia, sino también cuando organizó un viaje de supervivencia a la naturaleza para el equipo ciclista Team CSC, que seis meses después ganó el Tour de Francia.
En 2015 (Noruega) y 2024 (Escocia), Christiansen tuvo la idea de enviar a toda la plantilla a un viaje de formación de equipos al desierto del norte para ponerlos a prueba física y mentalmente al máximo, convertir a los niños en hombres y crear un ambiente único en el equipo en el que los jugadores estuvieran dispuestos a "morir en el campo" por sus compañeros. En ambos años, el F.C. Midtjylland se proclamó campeón de Dinamarca.
Para repetir el éxito, el club nórdico se propuso nuevos retos en el norte a principios de febrero de este año, cuando toda la plantilla del primer equipo, así como el personal que lo rodea, recorrió 300 kilómetros por los parajes salvajes noruegos de Hovden, entre Oslo y Bergen, para someterse a una dura prueba de espíritu de equipo, fuerza de voluntad y capacidad para sacar el máximo partido de una situación muy complicada.
"19 nacionalidades diferentes"
"Les dimos esquís, trajes, tiendas, trineos, estufas, leña y comida en polvo, y luego los dividimos en cuatro equipos. Lo que quería ver allí era cómo trabajaban juntos y se guiaban unos a otros. Cualquiera que haya estado en regiones árticas sabe que hay que estar al pie del cañón, como también hay que estarlo en un partido de fútbol", declara al sitio web del club.
"Tenemos 19 nacionalidades diferentes en el equipo. Cuanto mejor se entiendan entre ellos y sepan ayudarse y apoyarse -y también pedirse ayuda-, mejor jugarán al fútbol. Para mí, es lógico que cuando salgas al campo no puedas esconderte. Tienes que ser sincero y decir lo que sientes. Lo que aprendan ahí fuera, podremos utilizarlo cuando estemos bajo presión en los partidos", continúa el exigente preparador.
El que fuera soldado de élite explica también que varios equipos acabaron caminando 22 km por el terreno durante el anterior viaje a Escocia, mientras estaban bajo presión por no haber comido en 24 horas y tenían que enfrentarse a la incertidumbre de lo que les esperaba a continuación. El viaje resultó ser una gran revelación para varios de los jugadores, que aprendieron a reaccionar en un escenario grave.
El canal danés TV Midvest documentó la experiencia al país británcio en tres episodios, que revelaron las crecientes frustraciones entre los jugadores a lo largo del viaje. Aral Simsir, en particular, estaba muy descontento con Christiansen. "No sé qué demonios pretende. Cree que somos soldados. Cuando se hace algo así, hay que conocer el límite", decía el joven extremo.
Más respeto
A los jugadores se les enseñaba a disparar, a despellejar un ciervo y a disfrutar de gachas cocinadas al fuego. "Disparaban a un par de ciervos, algunos faisanes y algunos patos, pero no sabían lo que iba a pasar de hora en hora. Sabían que si no disparaban a nada, no tendrían comida, así que ésa era la consecuencia. Si gritaban pidiendo ayuda, nadie les oiría", dijo B.S. Christiansen en una entrevista anterior con la BBC.
Sin embargo, la formación de equipos no es sólo una cuestión de supervivencia, sino también de crear respeto entre jugadores y entrenadores, algo que quedó patente durante el viaje de febrero a Noruega.

"Cuando un jugador joven de Chile (Darío Osorio), que cuesta cientos de millones (en la moneda local), ve al seleccionador esquiar, le tiene mucho más respeto cuando le dice lo que tiene que hacer en un partido", afirma B.S. Christiansen.
Jonas Lössl es uno de los jugadores que más aprecia este enfoque poco convencional. "Me encanta la formación de equipos. Me siento privilegiado por vivir experiencias así. Estoy muy contento de tener a alguien como B.S., que nos lleva de viaje", dice el portero en declaraciones a NRK.
Ahora queda por ver si todas las luchas en el desierto volverán a marcar la diferencia mientras se preparan para la reanudación de la temporada danesa el próximo fin de semana. Este jueves, duelo de Europa League contra la Real Sociedad.