Centro de datos del Midtjylland-Real Sociedad
Entre el frío danés y las múltiples rotaciones que Imanol puso en liza, le costó meterse en el partido a la Real. Y casi lo paga caro: una amarilla para Jon Balda, que debutaba en Europa, y un cabezazo al larguero de Castillo en solo dos minutos. Un aviso de que el Midtjylland iba muy en serio. Pero por suerte para los blanquiazules, quien nunca pierde la compostura es Brais Méndez, objeto de penalti gracias a su habilidad para esconder la pelota. Él mismo se encargó de lanzarlo para poner a los 10 minutos el 0-1.
El tanto no desanimó a los locales, que se atrevieron a quedarse la posesión y si no, a montar rápidos contragolpes que sólo podían ser parados en falta. En una de ellas, un zurdazo de Osorio con un efecto endiablado puso en muchos apuros a Marrero, quien resolvió de maravilla. Incómodos e imprecisos, en especial Kubo, se tuvieron que dedicar a defender hasta encontrar la fórmula para bajar los ánimos nórdicos.
Y esa llegó a la media hora, precisamente con el japonés como protagonista. Agarró un balón en la derecha, comenzó su carrera encarando a su par hacia dentro para ir preparando su cañón hasta encontrar el ángulo adecuado para soltar un zurdazo a la escuadra. Un golazo por el que merece la pena pagar la entrada y hasta congelarte en la grada.
Sonreía la Real con su enorme efectividad, pero aún había trabajo, mucho de hecho, por hacer. Porque el Midtjylland encontró huecos en la endeble zaga, especialmente por la derecha, la izquierda atacante. Por ahí centró Sorensen al primer palo donde apareció Buksa para batir a Marrero y colocar el 1-2 poco antes del intervalo.
Triple cambio
Algo no le debió gustar a Imanol, que reinició el choque con un triple cambio. Uno de los nuevos, Sergio Gómez, lo primero que hizo fue poner un balón de oro a la cabeza de Oskarsson, que no acertó por centímetros. Esto dejó vivo de nuevo al equipo local, que volvió a estirarse para vivir sus mejores momentos liderado por Simsir. Tuvo que recurrir de nuevo al banquillo para dar minutos a Oyarzabal y así intentar sacudirse la presión danesa.
El capitán a punto estuvo de cortar las alas rivales, pero su remate picado no salió como esperaba. Al menos sirvió para frenar el ímpetu y alejarse de los dominios de Marrero hasta la recta final, en la que volvieron a colgar balones al área intentando encontrar el empate a la desesperada. Aguantó la Real, que ya tiene pie y medio en los octavos de final de la Europa League.
Jugador Flashscore del partido: Take Kubo (Real Sociedad).