La sanción impuesta por el Comité de Control, Ética y Disciplina (CEDB, por sus siglas en inglés) a la entidad verdiblanca se mantiene.
Todo viene de lo ocurrido en el Artemio Franchi, en la vuelta de semifinales de la Conference en mayo, cuando la UEFA acusó a los seguidores béticos de encender en la grada petardos, lanzar objetos y otros actos vandálicos.
El Betis recibió una multa de 30.000 euros y se le prohibió la venta de entradas a sus aficionados para el siguiente partido que disputara en competición europea. La Fiorentina, por su parte, fue sancionada inicialmente con el cierre parcial de su estadio durante dos partidos.
La entidad sevillana recurrió, pero no ha habido perdón. "Los servicios jurídicos valorarán si hay base legal para presentar un nuevo recurso pero a día de hoy el club no podrá habilitar la venta de entradas a sus aficionados en el primer desplazamiento europeo de la temporada", ha comunicado el Real Betis Balompié el día antes del sorteo de la Europa League, competición que disputará esta campaña.