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Entrevista l Nolberto Solano: "Al fútbol peruano le falta mano dura e inversión real"

Nolberto Solano es parte del top 20 de mayores asistidores de la Premier League
Nolberto Solano es parte del top 20 de mayores asistidores de la Premier LeagueSTU FORSTER / GETTY IMAGES EUROPE / Getty Images vía AFP
El ex capitán de la selección peruana resaltó en entrevista con Flashscore el por qué el fútbol peruano ha bajado de rendimiento después de Rusia 2018. Nos contó sobre su nuevo reto como entrenador y recordó anécdotas de sus días como profesional como cuando Maradona lo apodó “Maestrito”.

Miguel La Rotta, especialista de redes sociales en Flashscore, conversó en exclusiva con Nolberto Solano, histórico exjugador peruano que marcó una época tanto en la Premier League, como en Sudamérica y la selección mayor de Perú. Hoy en día dirige al Santos FC de Nazca.

¿Qué hace falta para que Perú vuelva a ser protagonista en el plano internacional?

Más mano dura y real inversión de parte de la federación peruana, de los miembros de los que son encargados; y en el caso del presidente, más rigor con los clubes de primera división. Ricardo Gareca logró motivar y fortalecer al futbolista peruano local pese a los prejuicios sobre su rendimiento, logrando una histórica clasificación al Mundial.

Sin embargo, Solano critica que ese logro no se tradujo en mejoras estructurales en el fútbol peruano: hay falta de inversión en juveniles, mala infraestructura fuera de Lima, y un exceso de extranjeros en los equipos, lo cual limita el desarrollo de talento nacional. Concluye que hace falta más mano dura de la Federación Peruana para exigir profesionalismo y compromiso real a los clubes.

Acerca de su nuevo desafío como entrenador nos contó que:

Es una experiencia nueva. Surgió esta oportunidad para trabajar en la segunda división del fútbol peruano con un equipo que tiene la ambición de llegar a primera. Se trata del Santos FC de Nazca, una ciudad al sur de Lima. Es un lindo desafío.

Últimos partidos del Santos
Últimos partidos del SantosFlashscore

Recién empezó el campeonato. Llevamos tres fechas: dos empates en casa y una victoria de visita. El fin de semana jugamos otra vez fuera. Como exfutbolista, uno quisiera empezar desde lo más alto, pero creo que es importante recorrer cada paso. Esta división me va a aportar mucha experiencia para lo que venga.

¿Siempre quiso ser técnico?

Sí, ya en los últimos años de mi carrera empecé a pensar en eso. Terminé jugando en Inglaterra, en tercera división, y ahí mismo comencé el curso de entrenador. Muchos futbolistas sentimos esa necesidad de seguir ligados al fútbol. Es una profesión intensa, pero corta. Nos retiramos a los 36 o 37 años, aún jóvenes para la vida en general, y todavía tenemos energía y pasión. Ser técnico es una forma de canalizar eso.

Como jugador uno es egoísta, no entiende muchas decisiones. Ahora, desde el otro lado, comprendo mucho mejor a los entrenadores que tuve. Quiero trasladar lo que aprendí, aunque no todos llegamos al nivel de un Guardiola o un Arteta, hay que ver hasta dónde se puede llegar.

¿Tuvo conflictos con algún técnico por decisiones que comprende hoy en día?

Gracias a Dios nunca tuve grandes conflictos con mis técnicos, ni en Inglaterra ni en Sudamérica. Me tocó quedarme fuera en un partido de Champions por una decisión táctica, lo cual molesta porque uno siempre quiere jugar. Pero hoy entiendo lo que significa manejar un grupo de 25 jugadores, tratar de mantener contentos a todos, incluso a los que no juegan.

Antes los técnicos no explicaban nada. Recuerdo a Ruud Gullit en Newcastle: te sacaba del equipo titular y punto. En Europa son más tajantes, mientras que los técnicos sudamericanos son más paternales. Yo trato de tener un balance entre esas dos formas de dirigir, adaptándome a cada situación y siendo cercano con los jugadores.

¿Qué ha aprendido como técnico?

Aprendes mucho en lo táctico y estratégico. Tuve la suerte de trabajar con Ricardo Gareca en la selección, y esa experiencia fue fundamental. En el alto nivel entiendes que el fútbol, aunque se ha llenado de esquemas, sigue siendo simple: once contra once y una pelota que tiene que entrar en el arco rival.

Aquí en Perú hay retos adicionales, como la geografía. Un día juegas en altura, otro en el llano o en calor extremo. Los campos tampoco siempre están en buen estado, y el ritmo de juego no puede ser el europeo. Hay que adaptarse a lo que se tiene, pero lo importante es disfrutarlo. Y yo disfruto mucho este proceso con los chicos del equipo.

Nos habló acerca de su paso por la selección peruana y la actualidad del equipo.

La experiencia con Gareca fue muy rica. Ricardo es un gran profesional y ser humano. Asumió en un momento donde no había muchas figuras en el exterior, pero tuvo un gran poder de convencimiento. Trabajó mucho en la autoestima del jugador peruano, que suele estar muy expuesto a la crítica y al escepticismo.

Confiamos en los jugadores del torneo local, pese a que se decía que no estaban preparados para competir. Y se lograron cosas importantes: victorias de visita ante Paraguay, Colombia, Ecuador… algo que ni en mi época como jugador conseguimos. Eso nos llevó al Mundial, una hazaña que debía marcar un punto de inflexión.

Nolberto Solano fue asistente técnico para la selección de Perú en el Mundial de 2018
Nolberto Solano fue asistente técnico para la selección de Perú en el Mundial de 2018STU FORSTER / GETTY IMAGES EUROPE / Getty Images via AFP

Lamentablemente, no se aprovecharon esos logros para mejorar estructuras. Nuestra liga sigue siendo débil. Hay pocos clubes con proyectos sólidos; muchos no tienen divisiones menores, y la mayoría del talento sigue concentrado en tres o cuatro equipos grandes. Se ha perdido producción de jugadores, especialmente laterales y creativos.

Hoy los equipos importantes están llenos de extranjeros. No tengo nada contra ellos, pero la realidad es que se están cerrando espacios para los peruanos. Y eso no es culpa de los jugadores que vienen, sino de la falta de inversión en el fútbol de base. La federación debería ejercer más control y exigir más compromiso a los clubes.

¿Cómo es su relación con los clubes peruanos?

Siempre estaré agradecido con Sporting Cristal. Ahí comencé, ganamos un tricampeonato y llegamos a la final de la Libertadores en 1997. Ese fue mi trampolín para ir a Boca Juniors. Cristal era un club modelo en ese entonces, y guardo muy buenos recuerdos.

También tuve una etapa en Universitario, al final de mi carrera. Me llamó Juan Reynoso, que había sido compañero mío en la selección. Llegué, salimos campeones, y fue una gran experiencia. Solo estuve un año, luego regresé a Inglaterra por temas familiares. Pero tengo cariño por ambos clubes.

¿Y qué piensa del presente de los clubes peruanos en Copa Libertadores?

La Libertadores es un torneo en el que los brasileños y argentinos siempre parten como favoritos, por historia y recursos. El resto, muchas veces, solo participa.

Hoy en Perú hay señales positivas: Alianza tiene un plantel fuerte, Universitario viene de ganarle a Barcelona. Pero aún falta consolidar esa presencia. No basta con una victoria; hay que mantener regularidad y avanzar en fases. Veremos hasta dónde llegan, ojalá puedan ser protagonistas y no solo participantes.

¿Cómo es su relación con Faustino Asprilla?

El Tino fue un crack, la gente lo adora. Estuvo poco tiempo en el Newcastle, un año y medio, mientras que yo estuve ocho o nueve años. Es como en Boca: me fui justo cuando iban a empezar a ganar todo con Bianchi. El Tino quedó en la historia por esos tres goles al Barcelona, eso lo marcó para siempre.

En ese tiempo el fútbol era directo. El 9 peinaba la pelota y el Tino aprovechaba los rebotes con su habilidad y zancadas largas. No sé si era veloz, pero tenía mucha técnica. Lo hizo bien, aunque su mente estaba más en irse al Parma. Newcastle es una ciudad pequeña, de unas 250 mil personas. Oscurece a las 3 de la tarde durante siete meses. Es una ciudad futbolera, pero no para todos. A mí me encantó. Al Tino, creo que no tanto… aunque sí disfrutó la vida nocturna.

¿Cuáles son sus intenciones de ser DT de la Selección de Perú?

Primero, creería yo, que uno siempre tiene que construir su carrera. Siempre digo que el futuro es difícil. A veces uno quiere soñar, pero es difícil como seres humanos decir "en el 2027 ojalá esté aquí". Primero, Dios quiera que estemos con vida cada año, eso es lo fundamental.

Después, sin duda, uno tiene ambición. Así como cuando era chiquito y soñaba con jugar en la selección peruana cuando tenía 12 años. Mi sueño era llegar ahí. Te imaginas eso, y bueno, pasaron las cosas gracias a Dios.

Estadísticas de Nolberto Solano, como jugador, con la Selección de Perú
Estadísticas de Nolberto Solano, como jugador, con la Selección de PerúANDRÉS PINA/PHOTOSPORTPHOTO / SPORT / Photosport vía AFP - Flashscore

Ahora sé que tengo que hacer muchos méritos porque la selección es un lugar especial. Para llegar ahí, especialmente al nivel en el que me tocó estar, con grandes entrenadores, en distintas selecciones, jugar un Mundial... se necesita mucho. Pero seguro, yo creo que, así como yo, un montón de técnicos peruanos tienen la misma ambición. Porque es así: es lo máximo que te puede pasar, más aún con la experiencia de haber estado en ambos lados, como jugador y como asistente. Es lo mejor que le puede pasar a cualquiera de nosotros, más aún cuando has representado a tu país y sabes lo que significa.

¿Cuál es su gol favorito con Perú?

Me gustó mucho el que le hice a Uruguay, de tiro libre. Fue ese que pegó en el palo y entró. Fue un partido que ganamos 3-1, en las eliminatorias para el Mundial 2006, si no me equivoco. Nos acomodamos nuevamente en el torneo, metiéndonos otra vez en la pelea. Me acuerdo bien porque ganarle a Uruguay, casi nomás en el Centenario, donde no es fácil sacar puntos, fue algo grande. Y salió un lindo gol, pegó en el palo y entró.

Después, bueno, no tuve la suerte de hacer un gol que nos haya clasificado directamente. La más cercana fue en el 98, con la selección de Oblitas. No clasificamos por diferencia de goles, empatamos con Chile en puntos.

Háblenos de su relación con Maradona, ¿cuál fue el apodo que le puso Diego?

Uno agradece al fútbol. Imagínate, ¿quién iba a pensar que algún día lo conocería? Yo veía los mundiales de chico: el del 82, pero sobre todo el del 86. Ya estaba un poco más grande. Éramos hinchas de Diego. Me parece que todos los que nacimos por ahí, en los 70, 71... Yo soy del 74. Y lo mirábamos, era como el Messi de hoy para la juventud.

Entonces uno decía: “Ojalá algún día le dé la mano”. Pero primero tenía que llegar a la selección, y ojalá Diego siguiera jugando. Mi idea de niño era: jugar contra Argentina para poder saludarlo. Te imaginas… ¡Terminé hasta brindando con Diego! ¡Terminé siendo compañero de equipo! ¡Fue algo impresionante!

Él me decía Maestrito. Me acuerdo que Cristal me vendió después de la Copa Libertadores. El campeonato en Boca ya estaba empezando. Yo llegué y faltaban cuatro días. Dos días antes entrenamos en la Bombonera y Diego empieza a practicar tiros libres. Yo, con mucha timidez, me senté a mirar. El profe Bambino Veira me dice: “Pibe, Solanito, andá, practicá con el Diego”.

Y yo con vergüenza, con timidez, decía: “Capaz que él quiere practicar solo”. Pero Diego me llama: “Vení, pibe, vení”. Y ya nos pusimos a practicar tiros libres. Te imaginas la motivación... La clavaba en la esquina, en el palo. Yo estaba motivado al mil por ciento. Y él me miraba y decía: “¡Hijo de puta! Este Maestrito, usted es un Maestrito, eh”.

Declaraciones de Solano sobre Maradona
Declaraciones de Solano sobre MaradonaALEJANDRA BRUN / AFP - Opta by Stats Perform

Y ahí quedó el apodo. Después, gracias a Dios, ganamos 4-2 ese partido. Tuve un buen debut, aunque me expulsaron. Pero Diego, en la conferencia de prensa, imagínate... Maradona elogiándote. Me dio un levantón anímico tremendo, un respaldo. Después de eso, lo único que me quedaba era tratar de jugar bien cada partido.

Miguel La Rotta: Excelente, ¡qué historia! Se me puso un poquito la piel de gallina pensando en que Maradona lo vea a uno cobrando tiros libres y termine poniéndole un apodo.

Nolberto Solano: Así es, así es. Una linda persona. Lástima que ya no esté con nosotros.