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La Atalanta resurge en Marsella con un golazo de Samardžić (0-1)

Júbilo de Samardzic
Júbilo de SamardzicChristophe Simon / AFP

Entre ocasiones desperdiciadas, penaltis fallados, trifulcas en el banquillo y goles anulados, la Atalanta encontró el gol decisivo en el minuto 90 gracias a Samardžić y se llevó un 1-0 que huele a redención para La Dea y también para Jurić.

Todo o nada. Eso era para el Atalanta de Ivan Jurić. Un equipo bajo presión, con el banquillo del técnico croata crujiendo tras un octubre de pesadilla y el varapalo de Udine que había dejado más de una herida abierta.

En el Vélodrome, en un alboroto capaz de hacer temblar las piernas de cualquiera, la Dea se presentó con la cara dura de quien sabe que el tiempo de las excusas se ha acabado. En las gradas, entre banderas y cánticos, también estaba Roberto Mancini: una presencia que sonaba a mensaje, o quizá a advertencia.

Conmoción nerazzurra, pero Rulli dice no

Sin embargo, desde los primeros minutos, la Atalanta mostró algo que no se veía desde hacía semanas: hambre. Presión alta, intensidad feroz, verticalidad constante. Ahanor, una espina clavada en el carril, explotó cada vacilación de Greenwood, letal cuando tenía espacio, pero distraído en la cobertura.

Los nerazzurri impusieron ritmo y carácter, como en las mejores noches europeas. Y en el minuto 14, en un balón mal despejado por García, llegó el momento que pudo cambiarlo todo: un cabezazo de Djimsiti encontró a Lookman, que centró para Krstovic. El delantero corrió hacia el área y fue derribado por Rulli: penalti sacrosanto.

En el punto de penalti iba De Ketelaere. Hubo silbidos ensordecedores, láseres en los ojos, pero al belga no le tembló el pulso: pateó anguloso, preciso. Rulli, sin embargo, voló por encima y con unos reflejos prodigiosos negó la ventaja a los italianos.

La oportunidad de adelantarse se esfumó, y con ella parte del hechizo. La Dea seguía siendo dueña del partido, pero volvió la frustración.

El Vélodrome estalló de rabia y orgullo, el OM se agitó. En el minuto 23 llegó la primera emoción de verdad: Højbjerg centró para Aaubameyang, que se sacó un potente derechazo, pero Carnesecchi estuvo felino y lo desvió a córner. Fue sólo un destello, porque la Atalanta siguió maniobrando con orden y lucidez, blindando el fraseo de los franceses e impidiendo que De Zerbi controlara el partido.

Al final del periodo, sin embargo, la balanza se inclinó hacia el ritmo frenético del partido. Primero Greenwood se inventó una obra maestra por la derecha, quemando a Ahanor y sirviendo de nuevo a Højbjerg: completamente solo, el danés envió el balón a las estrellas. Luego fue la Atalanta quien falló lo imposible. Lookman se coló entre líneas, repelió un centro raso y Krstovic, completamente solo al borde del área, chutó alto desde un punto de penalti en movimiento.

Estadísticas del partido
Estadísticas del partidoOpta by Stats Perform

Ocasiones desperdiciadas, y luego la pelea Lookman-Jurić.

Qué mejor manera, si no es con otra ocasión colosal, de abrir una segunda parte que podría haber cambiado el destino. En el minuto 48, Zappacosta aceleró por la izquierda y sacó un centro perfecto al segundo palo: Bellanova llegó en el momento justo, revoloteó en el aire, pero a pocos pasos de la portería remató de cabeza fuera. Otra gran ocasión, la tercera en una tarde en la que el cielo parecía querer privar a los nerazzurri de cualquier alegría. Y en un campo que no perdona, las reglas del fútbol se escriben solas: el que desperdicia, sufre.

El Marsella aprovechó y, al primer espacio útil, picó. Greenwood contragolpeó, sembrando el pánico en el carril, pero la perfecta parada en diagonal de Bellanova lo salvó todo in extremis. El OM ganó confianza, el público del Vélodrome se enardeció y, en el minuto 63, llegaron dos escalofríos consecutivos: primero, el exjugador del Getafe comprometió a la retaguardia de la Atalanta con un derechazo venenoso; después, Aubameyang, desde dos pasos, se encontró con un muro nerazzurro que le cerró el paso.

La Dea sufría, pero no se rendía. Y en el minuto 69 pareció llegar la redención: Bellanova se internó por la derecha y envió un disparo raso que cruzó toda el área. En el segundo palo apareció Lookman, puntual como un rayo, y marcó el gol de la merecida ventaja. La celebración, sin embargo, duró sólo un abrir y cerrar de ojos. El VAR señaló fuera de juego de Krstovic al comienzo de la acción. Gol anulado. El sueño se apaga, otra vez.

Es la imagen perfecta de la noche: un equipo vivo pero condenado. En el minuto 75, la tensión estalló también fuera del rectángulo verde. Lookman, llamado al banquillo para dar paso a Musah, reaccionó mal: gestos de irritación, palabras demasiado acaloradas. Jurić no se anduvo con rodeos y le encaró de frente. Una trifulca que dura apenas unos segundos pero que cuenta toda la frustración y la rabia del momento.

Superado el episodio, Jurić rediseñó su 11: Pasalic, que entró en el minuto 45 en sustitución de un lesionado De Roon, pasó a la zaga de tres, mientras que Musah ocupó su lugar en el centro del campo para aportar equilibrio. Luego entraron Scamacca y Samardžić por De Ketelaere y Krstovic: dos movimientos que cambiaron la inercia de la final.

Magia de 10

La Atalanta recuperó el coraje, presionó, buscó golpear. Y en el minuto 90, cuando el reloj marcaba el final, llegó el fogonazo. Samardžić recibió el balón en la frontal del área, levantó la cabeza y disparó un zurdazo teledirigido a la escuadra, perforando a Rulli y desatando el delirio en la grada visitante. Fue un gol que olía a liberación y redención.

Sólo hubo un momento de suspense, debido a un toque de Ederson (decretado no punible) en el área contraria antes del contragolpe decisivo, pero tras una rápida comprobación el árbitro lo validó. Y entonces sí: todo es verdad.

Terminó 0-1 en el Vélodrome. La Atalanta sufrió, desperdició y luchó, pero al final consiguió una victoria que le faltaba desde el 30 de septiembre. Se reencontró a sí mismo, su espíritu, y también dio un suspiro de alivio a Jurić, que sin duda estaba menos en la balanza tras esta tarde europea bajo la atenta mirada de Mancini.

Notas del partido
Notas del partidoFlashscore

Jugador Flashscore del partido: Samardžić (Atalanta).